Japón verterá en el mar agua tratada de la central nuclear de Fukushima
Luego de 11 años de intensas labores, Japón da un gran paso en su recuperación ambiental, social y productiva, tras el evento nuclear en Fukushima. El país iniciará con la descarga en el mar de agua tratada de la planta nuclear Fukushima Daiichi, para continuar con su desmantelamiento y la descontaminación del área afectada, un proceso que tomará entre 30 y 40 años.
Representantes del Gobierno Japonés explicaron a El Telégrafo la importancia de este proceso, y detallaron las acciones realizadas desde el 2011 para su cumplimiento. El desmantelamiento de la planta nuclear “es esencial porque contribuye a la seguridad de los ciudadanos y reduce los riesgos de eventos nucleares”, aseguraron.
Tratamiento del agua
En la central nuclear Fukushima Daiichi se acumula agua de lluvia y de manantiales subterráneos. Esta se utiliza para enfriar el combustible fundido y, posteriormente, pasa por un proceso que elimina casi todas las sustancias radioactivas. El Sistema Avanzado de Procesamiento de Líquidos (APLS) se encarga de esta compleja actividad.
En la planta existen cuatro unidades con combustible que deberá ser extraído bajo estrictos protocolos de seguridad. Las unidades 3 y 4 ya fueron vaciadas; y será el agua utilizada en este proceso la que será vertida en el mar. El proceso continuará con las unidades 1 y 2.
Los representantes del Gobierno japonés aseguraron que no se trata de un proceso que se tome a la ligera. Se trata de líquido purificado y diluido que pasará por un examen por parte de las autoridades regulatorias.
Riesgos
“La seguridad es la máxima prioridad. Si no se cumplieran con las normas de seguridad, los japoneses serían los primeros en sufrir las consecuencias”, aseguró una fuente oficial. Por ello, la descarga se realizará en un punto controlado, ubicado aproximadamente a 1km de la costa de Japón, en el Océano Pacífico.
Además, la fuente aseguró que esta es una práctica que se realiza en otros países de Asia. “Es un sistema seguro. No existen daños para el medioambiente, ni para la salud humana”, confirmó.
De hecho, el médico japonés Tomoaki recordó que la radiación se utiliza en la actualidad para muchos propósitos en medicina, como rayos X, radioterapia como tratamiento de cáncer, entre otros. Por lo que el porcentaje de afectación sería mínimo.
Según el Gobierno japonés, la descarga al mar se realizará en la primavera u otoño del 2023, luego de los análisis que realice la Organización de Estados Americanos (OEA) para confirmar que, en efecto, el líquido cumpla con las características de la norma regulatoria.