Duque corregirá el pacto de paz durante su mandato en Colombia
El derechista Iván Duque, elegido presidente de Colombia, anunció “correcciones” al pacto de paz con la disuelta guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), tras el sólido respaldo que recibió frente a la izquierda en el balotaje del último domingo.
No obstante, el lunes 18 de junio la FARC, ahora un partido de izquierda que descarta el regreso a las armas, lo llamó a la “sensatez”, subrayando que “burlar” lo acordado no puede ser un “plan de gobierno”.
De 41 años y heredero político del expresidente Álvaro Uribe (2002-2010) aseguró en su discurso de victoria que no hará “trizas” el acuerdo de 2016, pero sí realizará “correcciones para que las víctimas sean el centro del proceso para garantizar verdad, justicia y reparación”.
En la campaña prometió revisar lo acordado con respecto a la participación en política de los jefes rebeldes.
La FARC también propuso una reunión con Duque para conocer los correctivos que pretende incorporar al pacto que desarmó a 7.000 rebeldes y evita 3.000 muertes al año en suelo colombiano.
Duque, que asumirá el 7 de agosto, es el presidente más joven y más votado de la historia colombiana. “Y no me da la gana/una dictadura como la venezolana”, cantaron sus seguidores tras el inédito duelo presidencial entre los candidatos de izquierda y de derecha.
Con 10,3 millones de apoyos, Duque obtuvo el 53,98% de los votos contra el 41,81% de Gustavo Petro. La abstención fue el 47%.
“Duque, aceptamos su triunfo, es el presidente de Colombia”, declaró Petro y añadió: “Hoy somos la oposición a ese gobierno”.
Con Duque, la derecha conservadora recupera el poder tras la oposición al liberal Juan Manuel Santos, exaliado de Uribe y artífice del acuerdo de paz.
La exministra de Defensa Marta Lucía Ramírez asumirá como la primera vicepresidenta de Colombia.
Ecuador felicita a Duque
El mandatario ecuatoriano, Lenin Moreno, felicitó al electo presidente de Colombia y mencionó que tienen “por delante una importante misión conjunta por la paz”.
Duque recoge las banderas de Uribe, el senador más votado en marzo, contra el pacto de paz y a favor de recorte de impuestos a las empresas. Además buscará liderar la presión internacional sobre Nicolás Maduro en Venezuela, a quien tilda de “dictador” y “genocida”.
Junto al apoyo de la élite política y empresarial, cuenta con mayorías en el Congreso.
Así, podría asegurarse, como ofreció en campaña, que los jefes rebeldes culpables de delitos atroces paguen un mínimo de cárcel y no ocupen ninguno de los 10 escaños parlamentarios reservados a la ahora Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC).
Sin embargo, garantizó que cumplirá el “sueño” de las bases guerrilleras de reincorporarse a la sociedad tras un conflicto armado en el que también participaron agentes estatales y paramilitares de ultraderecha.
“Hay unos compromisos que se adquirieron entre las partes, respaldadas por una comunidad internacional, y la modificación de esos acuerdos puede ser problemática especialmente si (...) conduce a la limitación de lo que se acordó”, analizó el politólogo Felipe Botero, de la Universidad de los Andes.
Pese a los pocos votos que obtuvo en las legislativas de marzo (0,5%), el pacto le otorga a la FARC una representación mínima en el Parlamento. Aunque ya la guerrilla dejó de existir, todavía faltan por concretar aspectos claves del acuerdo, como la verdad y reparación a millones de víctimas y reformas rurales que pretenden evitar nuevos conflictos.
Duque también prometió en la campaña endurecer las condiciones para los diálogos en curso con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), el último grupo insurgente.
“Santos le deja un país dividido entre amigos y enemigos de la paz. Iván Duque unirá el país en torno al progreso”, señaló Carlos Flores.
El camino será largo
De acuerdo con el diario El Tiempo, aunque Duque cuente con mayoría en el Legislativo para aprobar un proyecto que modifique acuerdos con la FARC, este deberá pasar por el aval del Tribunal Constitucional.
Sobre la participación de miembros de la exguerrilla en el Congreso, la Corte ya dijo que es a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) -organismo encargado de juzgar los crímenes cometidos durante el conflicto armado colombiano- a la que le corresponde determinar si las sanciones son o no compatibles con el ejercicio de la política.
Otro punto que Duque desea modificar es el narcotráfico como delito conexo.
El presidencial insiste en la obligación que tienen los exguerrilleros de denunciar rutas y personas con las que hacían negocios de drogas. Pero esto lo sigue la JEP.
En el acuerdo de paz el narcotráfico no es, per se, delito conexo a la rebelión. Quedó establecido que se mira caso por caso y se considera conexo solo si se prueba que el exguerrillero juzgado en la justicia especial no usó el dinero para enriquecimiento personal.
El mandatario electo de Colombia habló de un proyecto para que la Constitución establezca que el narcotráfico no sea conexo al delito político, pero admitió en una entrevista con diario El Tiempo que esa ley no tendría carácter retroactivo, con lo cual no se afectarían los acuerdos de paz.
Petro defenderá el pacto
Pese a la derrota, Gustavo Petro obtuvo la mayor votación para la izquierda en Colombia y asumirá desde el Senado la defensa de los pactos de paz.
“Los ocho millones de colombianos y colombianas (que votaron por mí) no vamos a permitir que retrocedan a Colombia hacia la guerra”, subrayó Petro.
El exguerrillero del desaparecido M-19 prometía una defensa férrea del acuerdo de paz y una batería de reformas económicas y políticas para romper con la gobernanza histórica de la derecha.
Pero “la sociedad es conservadora, de centroderecha, y se manifestó en esta elección y se manifestó históricamente en el país”, comentó Nicolás Liendo, de la Universidad Sergio Arboleda.
Además, en Colombia hay un rechazo generalizado al gobierno de Maduro, con el que sus opositores intentaron relacionar a Petro. (I)
El acuerdo
La firma del tratado
El proceso de paz en Colombia tuvo lugar en Oslo y en La Habana; se obtuvo como resultado la firma del Acuerdo para la Terminación Definitiva del Conflicto en Bogotá el 24 de noviembre de 2016, aunque perdió en el plebiscito.
6 puntos tiene el pacto: desarrollo agrario, fin de conflicto, víctimas, participación política y drogas.
Uribe rechazó diálogo
Aunque muchos gobiernos, tanto de centro, norte y Suramérica, saludaron las discusiones entre las FARC y el Gobierno colombiano, el expresidente Álvaro Uribe siempre fue la oposición. (I)