Italia va a las urnas centrada en la crisis
Roma.-
Tras quince meses de gobierno tecnócrata, los italianos votarán entre hoy y mañana con un marcado escepticismo en comicios legislativos, que pueden terminar sin un claro ganador, lo que preocupa a los mercados europeos y puede atizar la crisis que hay en el país.
Es que si bien la centroizquierda de Pier Luigi Bersani aparece como favorita frente al políticamente resucitado Silvio Berlusconi, que remontó en la recta final de la campaña, los indecisos (27,7%) pueden jugar un papel fundamental en los resultados y la obtención de una mayoría parece estar muy lejana.
Unos 51 millones de italianos con derecho a votar elegirán su próximo Parlamento, compuesto por 630 diputados y 315 senadores, que deberá conformar un nuevo Gobierno.
Las últimas encuestas conocidas -la ley italiana prohíbe publicar sondeos durante los 15 días previos- otorgan una victoria a Bersani con un 34,7%, seguido por la centroderecha de Berlusconi con 29%.
En el duelo entre ambos se coló el premier italiano Mario Monti, ex comisario europeo, elegido para guiar al país tras la dimisión de Berlusconi en noviembre de 2011, en medio de una crisis económica de la que no escapó la tercera economía europea.
Proyecciones
La deuda pública de Italia asciende a los dos billones de euros, un 126% del Producto Interno Bruto (PIB) -la más alta desde la Primera Guerra Mundial- y un auténtico lastre para el crecimiento económico que demanda Bruselas.
Los candidatos han ofrecido soluciones moderadas para atajar el problema, excepto uno: El líder del Movimiento Cinco Estrellas, Beppe Grillo, quien anunció su intención de congelar el pago de los intereses sobre la deuda pública, lo que equivaldría a un impago o “default”, si se alza con el poder.
A pesar de ser tercero en las encuestas, las opciones de Grillo son escasas, pero hay la posibilidad de que el cómico italiano se convierta en figura imprescindible si ni siquiera Monti -sobre el que Grillo tiene seis puntos de ventaja- consigue un acuerdo en el Senado.
El cómico, líder de un movimiento que nació en las páginas web, declaró su intención de obstaculizar hasta tal punto el programa de reformas que no participará en alianzas y forzará unas nuevas elecciones si tiene la oportunidad.
Pero si la coalición de izquierda obtiene mayoría en el Congreso y en el Senado, Bersani se encargará de formar un gobierno y lo presidirá. Pero si no obtiene una ventaja suficiente en el Senado pactará con la coalición de centro, renunciará a la presidencia del Consejo de Ministros y la cederá a Mario Monti.
El Senado es el terreno en el que se disputarán realmente los comicios italianos, en los que el tecnócrata Monti podría convertirse en el verdadero protagonista, según analistas.
Pero lo que genera más temor es una posible victoria de Berlusconi que supondría el regreso del gobernante bajo cuyo mandato la prima de riesgo se disparó hasta 577 puntos básicos, dos días antes de que presentara su dimisión.
Es tal el temor de que regrese “Il Cavaliere” que el principal banco de inversión de Italia, Mediobanca, anticipa que un posible triunfo del ex primer ministro sería contestado por los mercados con tanta intensidad que el país tendría que verse obligado a pedir ayuda al Banco Central Europeo.