Israel responde a ingreso de Palestina en UNESCO con construcción en colonias
Israel decidió hoy acelerar la construcción de dos mil nuevas viviendas en el territorio ocupado de Jerusalén Este y Cisjordania y suspender temporalmente la transferencia de fondos a los palestinos en respuesta a la decisión de la UNESCO de aceptar a Palestina como miembro de pleno derecho.
Así lo decidió este martes el Ejecutivo que encabeza Benjamín Netanyahu en una reunión celebrada en Jerusalén y en la que participaron los ocho ministros más relevantes del gabinete.
Las nuevas viviendas serán construidas en Jerusalén Este y los asentamientos judíos de Maalé Adumim y Gush Etzion, en el territorio ocupado de Cisjordania.
"Se trata de unas dos mil viviendas en zonas que en cualquier acuerdo futuro de paz quedarán en manos de Israel", trató de justificar la Oficina del Primer Ministro israelí en un comunicado en el que también advirtió que israel se reserva el derecho a adoptar otras medidas.
La suspensión de fondos, por su parte, tiene de momento carácter temporal, hasta que se adopte una decisión final al respecto, señaló a Efe una fuente oficial israelí que habló bajo condición de anonimato.
"No hay aún una decisión definitiva sobre la transferencia del dinero, pero podría adoptarse muy pronto", precisó la fuente.
Israel recauda y transfiere a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) unos 100 millones de shekels mensuales (unos 27,5 millones de dólares) en concepto de impuestos, tasas y aranceles aduaneros, en virtud de los Acuerdos de París (1995), protocolo económico de los Acuerdos de paz de Oslo.
La reunión había sido convocada este lunes con el objetivo expreso de analizar las respuestas a la aceptación de Palestina en la UNESCO, iniciativa a la que Israel y EEUU se opusieron, ya que en su opinión es contraria a los esfuerzos para lograr una paz negociada en Oriente Medio.
La fuente oficial israelí arguyó que las medidas adoptadas por su Ejecutivo responden al "rechazo palestino a regresar a las conversaciones de paz y en su lugar acudir a los organismos de la ONU para tomar medidas unilaterales".
Por su parte, la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) pidió hoy al Cuarteto para Oriente Medio (integrado por EEUU, la UE, la ONU y Rusia), y al resto de la comunidad internacional una enérgica condena de Israel por las decisiones aprobadas.
"Esperamos que los miembros del Cuarteto, y el resto de la comunidad internacional, condenen en los términos más enérgicos este paso israelí para consolidar la ocupación", dijo a Efe Xavier Abu Eid, portavoz de la OLP.
Sobre la decisión de edificar en los asentamientos judíos, el oficial palestino aseveró que "esas construcciones demuestran que la verdadera intención de Israel no es negociar si no dictarnos la solución y que no tenemos un socio para la paz".
Los impuestos que congelará Israel son vitales para las finanzas de la administración palestina en Cisjordania y Gaza, ya que en su mayoría se utilizan para el pago de sus funcionarios.
Pese a ello, el portavoz de la OLP aseguró que los palestinos no se dejarán amedrentar por las medidas de presión israelíes y "continuará sus acciones no violentas para seguir defendiendo los derechos legítimos del pueblo palestino, incluyendo el acceso a los organismos internacionales".
Israel anunció el mismo lunes, tras conocerse la decisión de la UNESCO, que se replantearía su cooperación con la organización, sumándose al anunció de EEUU de congelar sus fondos a esa organización.
Medios locales ya apuntaban este martes que el Ejecutivo israelí se inclinaría por aprobar la edificación de nuevas unidades en las colonias situadas en "lugares que Israel no ve como problemáticos", aunque el anuncio recibiera "críticas internacionales".
Israel considera Jerusalén como su "capital eterna e indivisible del pueblo judío", y no diferencia entre el territorio delimitado por la Línea Verde, o del armisticio de 1949 que puso fin a la primera guerra árabe-israelí.
Asimismo, Gush Etzion, en el distrito cisjordano de Belén, y el de Maalé Adumim, también en Cisjordania y situado al este de Jerusalén, son dos de los tres grandes bloques de asentamientos que los Gobiernos israelíes aspiran a anexionarse en un eventual acuerdo de paz con los palestinos.
De acuerdo al derecho internacional los asentamientos en el territorio ocupado por Israel desde 1967 son ilegales y socavan la viabilidad de un estado palestino. EFE