Iraníes en Suiza cumplen 200 días de protestas
La diáspora iraní en Suiza cumplió hoy 200 días de protestas frente a la sede de la ONU en Ginebra, a la que reclama que evite el inminente desalojo del campamento de Ashraf en Irak y brinde protección efectiva a sus 3.400 residentes iraníes por considerar que sus vidas corren peligro.
Organizaciones defensoras de los derechos humanos pidieron públicamente al Gobierno iraquí que extienda el plazo del 31 de diciembre que fijó para cerrar ese campamento y que garantice que sus ocupantes no serán obligados a regresar a Irán.
Los residentes en Ashraf (60 kilómetros al sur de Bagdad), que integran la Organización de los Muyahidines del Pueblo de Irán, son perseguidos por el régimen iraní y se teme por sus vidas en caso de que se les expulse.
En una conferencia organizada hoy en Ginebra por el Consejo Nacional de Resistencia Iraní, académicos, juristas y representantes de ONG coincidieron en que los habitantes de Ashraf son refugiados en los hechos, aunque la ONU todavía no les haya concedido individualmente y de manera oficial ese estatus.
Por esta razón, agregaron, la misión que la ONU tiene desplegada en Irak está en el "obligación jurídica" de brindar protección a esa población.
"Los residentes de Ashraf son, de manera incontestable, elegibles para el estatus de refugiados, pero no sólo frente a Irán, sino también de Irak, donde se han convertido igualmente en víctimas de persecución", opinó el profesor de Derecho de la Universidad Libre de Bruselas, Eric David.
En dos ocasiones -a mediados de 2009 y en abril pasado- las fuerzas militares iraquíes perpetraron violentos ataques contra el campamento, causando la muerte de un total de 47 personas, de las que ocho eran mujeres, según cifras confirmadas por Naciones Unidas.
El jurista británico Geoffrey Robertson recalcó que el Gobierno iraquí nunca ofreció una explicación válida sobre los motivos de esos ataques y se limitó a anunciar que se investigarían eventuales excesos, lo que nunca han sido castigados.
Sobre esta situación, el portavoz de la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Rupert Colville, reconoció hoy la urgencia de encontrar una solución y recordó que por ahora se ha propuesto la reubicación del campamento y repatriaciones en algunos casos.
El ex director de la Organización Mundial contra la Tortura, Eric Sottas, abogó por el traslado de los iraníes a terceros países donde puedan ser acogidos como refugiados, por lo que urgió a la ONU concederles este estatus.
Varios oradores de la conferencia en Ginebra criticaron al Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) por haber permitido que cuestiones burocráticas estén demorando las entrevistas individuales con los habitantes de Ashraf para que éstos puedan ser considerados como refugiados.
Consideraron que el Gobierno iraquí está listo ahora para utilizar ese pretexto y expulsar por la fuerza antes de fin de año a la población de ese campamento, donde hay habitantes que están allí desde hace 25 años.