Multitudes de iraníes asistieron el domingo 5 de enero de 2020 al funeral del comandante asesinado de la Fuerza Quds, Qasem Soleimani, en la capital, Teherán, en una exhibición que rivaliza con la ceremonia que hace tres décadas marcó el fallecimiento del fundador de la República Islámica, el ayatolá Ruhollah Jameini.

El ayatolá Alí Jamenei, líder supremo de Irán, lloró mientras rezaba por el ataúd de Soleimani, mientras que él y otros líderes iraníes prometieron venganza por el ataque con aviones no tripulados de Estados Unidos que el viernes 3 de enero de 2020 mató a uno de los principales comandantes militares del país.

Ali Akbar Velayati, principal asesor para asuntos internacionales del líder supremo iraní, Alí Jamenei, dijo que los estadounidenses hicieron un movimiento “tonto” al asesinar a Soleimani y que deben retirarse de la región, citó la agencia Fars. “Si ellos no dejan la región deberán enfrentarse a un nuevo Vietnam (en el Medio Oriente)”, continuó.

El asesinato de Soleimani marcó una dramática escalada en las tensiones entre Estados Unidos e Irán que mantiene expectante a la comunidad internacional.

La OTAN suspendió las operaciones de entrenamiento en Irak. El secretario general de la alianza, Jens Stoltenberg, pidió “moderación” a las partes y afirmó que “un nuevo conflicto no interesaría a nadie”.

Mientras tanto, Matthew H. Tueller, embajador de Estados Unidos en Bagdad, se reunió con el primer ministro interino de Irak, Adel Abdul Mahdi, un día después de que los legisladores iraquíes aprobaron una resolución no vinculante que pedía a las tropas extranjeras que abandonaran Irak.

Los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea (UE) celebrarán una reunión el viernes 10 de enero de 2020, en Bruselas, para discutir cómo responder a la crisis con Irán.

Los líderes europeos se muestran reacios a condenar a Estados Unidos por el asesinato de Soleimani y centran la mayor parte de su ira en Irán, que consideran la principal amenaza para sus intereses de seguridad. (I)