Irán muestra su fortaleza militar ante las amenazas
Las Fuerzas Armadas de Irán demostraron ayer su fortaleza y últimos logros armamentísticos que, pese a las presiones occidentales, seguirán desarrollando para defenderse de las amenazas de las grandes potencias y los grupos terroristas.
Así lo aseguró en su discurso el presidente iraní, Hasan Rohaní, quien subrayó que proporcionará las armas necesarias para la defensa del país al Ejército y a los Guardianes de la Revolución, dos cuerpos que deben estar “bien preparados y fuertes”.
“Le decimos al mundo que produciremos o adquiriremos cualquier arma que necesitemos, y no esperaremos su aprobación”, advirtió el mandatario, rodeado de la cúpula militar del país en el Día Nacional del Ejército.
La parada militar de este año coincidió con un aumento de la presión sobre Teherán para que limite sus capacidades castrenses y su influencia regional, en especial su respaldo al régimen sirio de Bashar al Asad y al grupo libanés Hezbolá.
Esta es una de las exigencias del presidente estadounidense, Donald Trump, para mantenerse en el acuerdo nuclear firmado en 2015 entre Teherán y seis grandes potencias, lo que ha llevado a los países europeos a plantearse la opción de imponer nuevas sanciones a Irán.
Ante estas demandas, Rohaní respondió que Irán necesita un poder militar “disuasorio contra las grandes potencias y los terroristas” ya que Oriente Medio es “una región sensible”.
“Los poderes invasores construyen bases a nuestro alrededor, interfieren en los asuntos de la región y llevan a cabo actos de agresión sin el permiso de la ONU”, denunció el presidente en alusión a los recientes bombardeos occidentales en Siria.
Estados Unidos, Reino Unido y Francia efectuaron el pasado sábado una ofensiva con misiles contra instalaciones gubernamentales sirias, en respuesta a un supuesto ataque químico registrado en la periferia de Damasco.
En su alocución Rohaní también criticó la firma de millonarios contratos armamentísticos con Estados Unidos y otros países europeos por parte de los vecinos del golfo Pérsico, en concreto Arabia Saudí, el gran rival regional de Irán.
“Decimos a las principales potencias que detengan el comercio de armas y (los intentos de) convertir la región en un polvorín para su propio beneficio”, agregó.
A diferencia de sus vecinos, Irán desarrolla localmente la mayoría de su armamento ya que está sometido desde el triunfo de la Revolución Islámica en 1979 a un embargo por parte de la ONU.
Ahí se presentaron algunos de los últimos avances armamentísticos nacionales, como el sistema de misiles Kamin-2, para atacar aviones no tripulados. (I)