Irán condenó ayer las nuevas sanciones económicas anunciadas por Estados Unidos, Gran Bretaña y otros países occidentales a causa de su controvertido programa nuclear y las consideró “sin efecto”, dijo el portavoz de la cancillería iraní.

“Estas acciones van en el sentido de la hostilidad de estos países contra nuestro pueblo y son condenables”, declaró  el vocero Ramin Mehmanparast, citando en particular a Estados Unidos y a Gran Bretaña.

Estas declaraciones se dieron  luego de que el lunes el Tesoro de EE.UU. declaró  al territorio de Irán como “jurisdicción de preocupación prioritaria por lavado de dinero”, designación que expone a sanciones reforzadas a todo su sistema bancario. Europa analiza las suyas.  

Horas más tarde, el viceministro iraní del Petróleo, Ahmad Qalebani,  expresó que   Irán no teme  sanciones europeas sobre la compra de su petróleo, porque las exportaciones a Europa son mínimas y Teherán dispone de otros clientes.