La investigación sobre las causas del accidente de tren que dejó medio centenar de muertos en Buenos Aires la pasada semana ha destapado nuevos fallos técnicos que confirman las graves deficiencias del sistema, informó hoy el diario La Nación en base a un informe elaborado por un organismo oficial.

La investigación de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) revela, según el diario, que el paragolpes hidráulico de la estación de Once, que debería haber amortiguado el impacto del tren accidentado, no funcionaba.

El paragolpes actuó "sólo como un impedimento estático al avance", es decir, como una pared, explicó La Nación.

El accidente se produjo el 22 de febrero cuando un tren procedente de la provincia de Buenos Aires y cargado con unos 1.500 pasajeros se empotró contra un andén de la estación de Once, en el centro de la capital.

"Si el paragolpes hidráulico hubiera funcionado correctamente, el impacto del tren a 20 kilómetros por hora hubiera sido menor y quizás no hubiera provocado la tragedia que causó. En el estado en que estaba fue como si (el tren) hubiese chocado contra una pared", según el portavoz del sindicato de trabajadores ferroviario de La Fraternidad, Horacio Caminos.

El mantenimiento del paragolpes, de las vías y el material rodante, recordó el diario La Nación, es responsabilidad de la empresa concesionaria, Trenes de Buenos Aires (TBA), que fue intervenida esta semana por el Gobierno de Cristina Fernández en medio de fuertes críticas por la negligencia del Ejecutivo.

La conclusión del informe fue corroborada por el maquinista del tren accidentado, que denunció que el paragolpes no funcionó y se rompió tras el impacto.

El joven conductor afirmó que los frenos del tren fallaron y que tampoco funcionó la válvula de emergencia.

La presidenta argentina instó a la justicia a acelerar la investigación sobre las causas del siniestro para esclarecer responsabilidades.