Interrogan a personal del consulado saudí por caso Khashoggi
Personal del consulado saudí en Estambul declaró este viernes 19 de octubre ante la fiscalía turca en el marco de la investigación sobre la desaparición de Jamal Khashoggi, que augura una crisis entre Riad y sus aliados después de que Donald Trump admitiera que probablemente este periodista saudí ha muerto.
En total fueron interrogados 15 miembros del personal del consulado, todos turcos, según la televisión NTV.
Ello se produce después de que los investigadores turcos registraran la sede del consulado saudí, donde Khashoggi desapareció el 2 de octubre, así como la residencia del cónsul, que retornó el martes a Riad.
Los investigadores turcos han concentrado además sus búsquedas en un gran bosque cerca de Estambul, según la prensa local.
En efecto, imágenes tomadas por las cámaras de vigilancia el mismo 2 de octubre mostraron que al menos un vehículo con matrícula diplomática ingresó en el bosque tras abandonar el consulado saudí, según NTV.
Khashoggi desapareció tras ingresar ese 2 de octubre en el consulado de Arabia Saudita para efectuar trámites antes de su matrimonio con la turca, Hatice Cengiz.
Según la prensa turca, el periodista fue asesinado en el consulado por un comando especialmente llegado de Riad.
Medios turcos han pintado una imagen detallada y escabrosa de los últimos minutos del periodista, supuestamente a manos de 15 agentes sauditas que lo esperaban. Esos medios aseguran haber escuchado cintas sonoras en las que los asesinos de Khashoggi lo habrían torturado cortándole los dedos antes de decapitarlo.
Según el New York Times, la monarquía saudí intenta responsabilizar del caso a un alto responsable de los servicios de inteligencia, el general Ahmed Assiri, que es asimismo consejero del príncipe heredero Mohamed bin Salmán, apodado MBS.
Pero la difusión el jueves de nuevas imágenes sobre los movimientos en Estambul de un oficial de los servicios de seguridad cercanos a "MBS" reforzaron las sospechas de una implicación al más alto nivel de Riad en la desaparición de Khashoggi, cronista del Washington Post instalado en Estados Unidos desde 2017 tras haber caído en desgracia en la corte real saudí.
Ante esta acumulación de indicios, el presidente estadounidense Donald Trump admitió por primera vez el jueves que el periodista está probablemente muerto, y amenazó a Arabia Saudita con "muy graves" consecuencias si se demuestra su responsabilidad.
Ello supuso un endurecimiento de la posición de la administración Trump, que hasta ahora se ha mostrado renuente a culpar a Arabia Saudita, país con el que Washington mantiene estratégicas relaciones económicas y geopolíticas.
Sin embargo, el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo -que volvía de un viaje a Ankara y Riad-, declaró que le había dicho a Trump que habría que darle a Arabia Saudita "unos días más para completar" una investigación.
Por su lado, Turquía negó este viernes haber entregado a Estados Unidos "algún tipo de grabación sonora" sobre lo ocurrido a Khashoggi.
Amnistía Internacional, Human Rights Watch, Reporteros sin Fronteras y el Comité de protección de los periodistas exhortaron el jueves a Turquía a solicitar una investigación de la ONU sobre el caso Khashoggi.
Por su parte, Emiratos árabes unidos, cercano aliado de Riad, advirtió contra la "politización" del caso Khashoggi y "los intentos de desestabilización de Arabia Saudita", indicó en su cuenta Twitter el ministro de Exteriores emiratí Anwar Gargash. (I)