El Centro para el Estudio de Inmigración (CIS, por sus siglas en inglés) registró un crecimiento récord del desempleo entre inmigrantes indocumentados en Estados Unidos motivado por la pandemia. De acuerdo con sus cálculos, unos 4,3 millones quedaron sin trabajo durante el mes de abril, lo que representa un aumento de 320% en la tasa de desocupación.

Ante esta situación, el Frente Unido de Inmigrantes Ecuatorianos y otras organizaciones sociales exigen al gobierno estadounidense un plan de ayuda económica para los inmigrantes indocumentados que perdieron sus trabajos y para los que no obtuvieron ingresos durante la cuarentena impuesta para frenar la propagación del covid-19.

Antonio Arízaga, presidente del Frente Unidos de Inmigrantes Ecuatorianos, confirma que la realidad a la que se enfrentan los inmigrantes es precaria y muchos viven con la desesperación de no tener ingresos para solventar sus necesidades básicas como alimentación, renta y pagos de servicios básicos.

Arízaga lamenta que los inmigrantes desempleados hayan sido excluidos del paquete de estímulo de $ 850.000 millones aprobado por el Gobierno para frenar el descalabro económico por la pandemia.

Según explica Arízaga, de estos rubros serán destinados $ 500.000 millones para las grandes corporaciones y los $ 350.000 millones restantes para hospitales, centros de salud, adquisiciones de pruebas del covid-19 e insumos médicos; así como préstamos a pequeños y medianos negocios.

También incluye la entrega de un cheque de $ 1.200 a cada uno de los ciudadanos estadounidenses en situación de pobreza. Sin embargo, se excluye de este beneficio económico a los indocumentados, que hasta ahora no reciben ninguna ayuda federal por la pérdida de sus puestos de trabajo, a pesar de que aportan a la Seguridad Social con $ 13.000 millones anuales, y $ 3.000 millones al programa médico Medicare.

“Estos aportes se les descuentan a los trabajadores de los cheques que cobran de sus salarios. Además, los indocumentados también pagan impuestos al momento de comprar, víveres, vestuario, mobiliarios de hogar y en todo tipo de transacción”, sin recibir ningún beneficio, menciona al dirigente.

Para aliviar la situación económica de los inmigrantes indocumentados, el Frente Unido de Inmigrantes Ecuatorianos, junto a otras organizaciones sociales, plantea que se entregue un subsidio económico de $ 1.000 para el pago de renta o hipoteca.

También piden que se garantice la provisión de alimentos para personas en estado de vulnerabilidad, adultos mayores, desempleados, familias con bajos recursos y enfermos.

Otro planteamiento es que las pruebas de laboratorio y tratamiento médico del covid- 19 estén disponibles para todos los habitantes de Estados Unidos sin considerar el estatus migratorio.

Finalmente, piden una ayuda a las familias para cremar y dar sepultura a sus fallecidos por el covid-19. (I)