Indonesia notifica su ejecución a tres de los nueve extranjeros condenados a muerte
Tres de los nueve extranjeros condenados por narcotráfico en Indonesia fueron colocados este sábado en aislamiento tras haberles sido notificada su ejecución.
Los convictos son los australianos Myuran Sukumaran y Andrew Chan y la filipina Mary Jane Veloso y forman parte de un grupo de nueve extranjeros sentenciados a la pena capital, que fueron trasladados a una cárcel de máxima seguridad donde se cumplen las condenas
Entre los condenados hay un brasileño de 42 años.
"Fuimos informados por la misma Mary Jane que recibió la noticia de que la sentencia va a ser implementada el 28 de abril", dijo a la AFP la abogada de la filipina, Minnie Lopez.
"Las autoridades indonesias informaron a los responsables consulares que la ejecución de Andrew Chan y de Myuran Sukumaran va a ser programada de forma inminente en la prisión de Nusakambangan" dijo la ministra de Exteriores, Julie Bishop.
No hubo un pronunciamiento oficial sobre los otros extranjeros condenados.
Familiares y diplomáticos llegaron este sábado a la isla de Nusakambagnan, conocida como la "Alcatraz de Indonesia", a donde fueron trasladados el brasileño Rodrigo Gularte, el francés Serge Atlaoui, Sukumaran, Chan, Veloso, tres nigerianos y una persona que no ha sido identificada.
El presidente indonesio, Joko Widodo, negó la petición de clemencia de los condenados.
La legislación antidroga de Indonesia es una de las más severas del mundo y el presidente Widodo alega que la situación de emergencia frente al problema de las drogas requiere la pena capital para los condenados.
De llevarse a cabo la ejecución de Gularte, sería la segunda pena capital aplicada a un brasileño fuera de su país en tiempos de paz, tras el fusilamiento en enero en Indonesia de Marcos Archer Cardoso Moreira.
Gularte fue detenido en 2004 al tratar de entrar en el aeropuerto de Yakarta con seis kilos de cocaína escondidos en tablas de surf junto a dos compatriotas, que finalmente quedaron libres tras asumir él toda la culpa, según el diario Folha de Sao Paulo.
Tras ser condenado a muerte, el gobierno indonesio le ha negado varias peticiones de clemencia. Hace años su familia intenta demostrar que padece esquizofrenia y pide que sea trasladado a un psiquiátrico
La invitación de las autoridades indonesias a los representantes consulares para visitar a los reos en Nusakambangan no es una obligación legal sino un gesto de cortesía diplomática. La ley indonesia sólo obliga a anunciar la ejecución a los condenados 72 horas antes.
El portavoz de la fiscalía de Yakarta, Tony Spontana, dijo a la prensa que la notificación "va a ser entregada hoy". "Pero esto no quiere decir que la ejecución sea en tres días. Podría ser más de tres días", afirmó.
Consecuencias diplomáticas
Mientras se acercan las temidas ejecuciones, después de que en enero seis condenados fueran fusilados, se multiplican las peticiones de clemencia.
El presidente francés, François Hollande, advirtió este sábado que si Serge Atlaoui es ejecutado "habrá consecuencias diplomáticas". "Como mínimo llamaremos a nuestro embajador" en Jakarta, dijo Hollande.
En febrero, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, se negó a aceptar las credenciales del nuevo embajador de Indonesia debido a la ejecución de Marco Archer.
La hermana del condenado a muerte australiano Myuran Sukumaran, publicó en YouTube una súplica.
"Mi hermano cometió un error hace diez años, desde entonces ha pagado cada día por ese error. Desde el fondo de mi corazón, por favor presidente Widodo, tenga compasión", dijo Brintha Sukumaran, mostrando una foto Myuran cuando era niño.
"Si algo llegara a pasarle a mi hija, voy a considerar como responsable a mucha gente. Ellos son responsables de la vida de mi hija", dijo a una radio filipina Celia, la madre de Veloso, que se trasladó a Indonesia junto al padre de la condenada, su hermana y sus dos hijos.
Phelim Kine, subdirector para Asia de la organización Human Rights Watch, calificó este castigo como inaceptable y brutal.
"Widodo debería promover Indonesia como una democracia respetuosa de los derechos humanos uniéndose a los países que han abolido la pena de muerte", señaló.