Un total de 524 indígenas que desde hace 10 años llegaron a Bogotá desplazados por la violencia, regresarán a sus territorios y comunidades tras un acuerdo entre la Alcaldía de la capital colombiana y el Gobierno Nacional.

Según un comunicado de la Alcaldía de Bogotá, los aborígenes de los pueblos Embera Chamí y Katios, regresarán a los departamentos de Chocó (frontera con Panamá) y Risaralda (oeste), en un plazo no mayor a 60 días.

El secretario privado de la Alcaldía de Bogotá, Jorge Rojas, dijo que "después de 10 años de desplazamiento forzado de alrededor de 60 a 70 familias Embera Chami y Katio que llegaron a la ciudad desplazados por la guerra y el conflicto armado interno, hay un acuerdo de retorno y reivindicación de sus derechos".

Rojas agregó que según lo expresado por ellos mismos, quieren regresar a sus tierras y ahora "viene el trabajo de garantizar las condiciones de seguridad, dignidad y la sostenibilidad que podamos tener para estos procesos de retorno".

Mientras se produce el regreso, la Alcaldía de Bogotá, en cabeza de Gustavo Petro, se comprometió a brindar alimentación, algunas actividades de orden ocupacional y habrá prioridad en la atención de los niños.

La Alta Consejera para los Derechos de las Víctimas la Paz y la Reconciliación de la Alcaldía de Bogotá, Ana Teresa Bernal, anunció, por su parte, la realización de un censo de indígenas desplazados hacia la capital.

En albergues creados para este tipo de ayudas para indígenas que llegan a Bogotá, hay 191 katíos y 333 emberas chamí. EFE