Un niño murió ahogado en la localidad de Nogoyá
Incendios e inundaciones afectan el centro y nordeste de Argentina
En un radio de apenas 600 kilómetros, Argentina enfrenta un verdadero escenario ‘apocalíptico’: en una punta incendios que ya arrasaron un millón de hectáreas en la rica zona agroganadera pampeana y en la otra inundaciones que causaron la muerte de un niño y pueblos enteros bajo al agua.
“En lo que parece una especie de profecía apocalíptica, los argentinos empezamos a ver que acá (centro del país) tenemos incendios y en (la provincia) Santa Fe (hacia el nordeste) tenemos inundaciones”, graficó el ministro de Medio Ambiente, el rabino Sergio Bergman.
Los incendios comenzaron hace 10 días en la provincia de La Pampa, centro del país, y se extendieron a sus vecinas de Río Negro, en la Patagonia, y Buenos Aires. Las llamas tienen un frente de 30 kilómetros.
Bergman dijo que el fuego arrasó más de “un millón de hectáreas. Hay que prevenir daños, estamos monitoreando con la provincia de Buenos Aires y vamos a reunirnos con intendentes y autoridades locales. Estamos preocupados”, aseveró.
El ministro-rabino, exponente de la influyente comunidad judía-argentina, dijo que este escenario ‘apocalíptico’ se explica en “lo que le hicimos al planeta y que nos devuelve (daño ambiental) multiplicado con estas catástrofes”.
Las cifras de campos quemados son devastadoras. Solo en el departamento Caleu Caleu, que une la provincia de La Pampa con Río Negro y Buenos Aires, se incendiaron 350.000 hectáreas. Sin embargo, las autoridades locales aseguran que en la provincia 680.000 hectáreas fueron afectadas por las llamas.
El estatal Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) echó más leña al fuego: según sus reportes hay otras 543.000 hectáreas con focos ígneos.
Los expertos advierten que la grave situación es provocada por el clima seco, la sequía y los fuertes vientos que azotan la región. “Hubo constantes cambios de la dirección del viento”, advirtió el subinspector de la localidad pampeana La Adela, una de las más afectadas, Isaúl Tissera. Muy cerca del casco urbano las autoridades cortaron las rutas nacionales 154 y 22.
Tissera dijo que “hubo campos de una legua (cuadrado de cinco kilómetros de lado) que se quemaron en 17 minutos”.
“Había cinco focos. Fueron avanzando y se juntaron. Ahora hay dos, con un frente de 30 kilómetros”, señaló a la prensa local Liliana Fernández, de la Asociación Rural del Sur Pampeano.
Las autoridades no lograron contener el fuego y las llamas se extendieron en la triple frontera provincial hacia las vecinas Río Negro y Buenos Aires, cuna de la producción agropecuaria del país austral.
La primera localidad de Buenos Aires afectada fue la de Algarrobo, a 20 kilómetros del límite pampeano. Cerca de allí, en la turística costa bonaerense, donde veranean actualmente miles de argentinos, hay otros focos causados por la extensa sequía. Desde el pueblo costero de Monte Hermoso, famoso por sus playas, se divisa a lo lejos el humo.
Hacia el sur, ya en la Patagonia, la preocupación se apodera de las autoridades de Río Negro. Las zonas más afectadas por las llamas son las de Pichi Mahuida y General Conesa. Incluso, el gobernador, Alberto Weretilneck, declaró el estado de emergencia y desastre agropecuario en la región.
Las aguas avanzan
Pero si algunos argentinos sufren por las llamas, otros lo hacen por el avance de las aguas. Las fuertes lluvias caídas en los últimos días provocaron graves inundaciones en las provincias de Santa Fe y Entre Ríos, en el nordeste de Buenos Aires.
Un niño de un año y cinco meses murió tras caerse de la cuna. Se ahogó en el agua que invadió su casa, a una altura de 20 centímetros, en la localidad entrerriana de Nogoyá durante la noche. Sus padres lo encontraron flotando al despertarse al día siguiente (ayer). La familia se negó a evacuar su vivienda. Otras localidades afectadas son Santa Fe, Ramona, Rosario, Uranga, Pavón Arriba, Villa Amelia, Alvarez y Acebal. (I)