Sin atisbos de melancolía ni muestras de dolor, Ignacio Hurban, de 36 años, el nieto recuperado de Estela de Carlotto, la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, se presentó ayer públicamente en rueda de prensa junto a su abuela.

El joven, quien se enteró hace 48 horas de que era el bebé robado 114 en la dictadura argentina (1976 - 1983) que buscó por más de 3 décadas su reconocida abuela, dijo mirando a Estela de Carlotto: “Estoy disfrutando, pero lo que más disfruto es la felicidad en los demás”.

“He tenido una vida feliz y me han pasado muchas cosas maravillosas y hoy vivo otra parte maravillosa de la vida”, dijo ante periodistas en la sede de la ONG Abuelas de Plaza de Mayo en Buenos Aires.

Sobre las razones que lo llevaron a dudar sobre su identidad, dijo: “No sé exactamente qué era (...) Tenía ruidos en mi cabeza, cosas que no me encajaban, que me trajeron hasta acá”, reveló el músico criado como Ignacio Hurban en el campo de Olavarría, 350 km al sudoeste de Buenos Aires.

Ignacio Hurban contó sin dar detalles que se enteró de que era adoptado hace 2 meses y “de ahí viene un proceso un poco complejo, como se imaginarán”, mencionó.

El músico dijo que seguirá usando el nombre de Ignacio, al que está “acostumbrado”. “También entiendo que hay una familia para la que yo soy Guido, me siento cómodo con eso y con la verdad que me toca, estoy feliz. Hace solo 2 días que sé quién soy de verdad”, añadió.

Guido fue arrebatado de su madre en 1978, 5 horas después de nacer en un centro clandestino de la dictadura.

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