Humala pide "calma" a los peruanos, mientras la Bolsa se recupera
El virtual presidente electo de Perú, Ollanta Humala, pidió hoy a sus compatriotas que mantengan la calma tras los resultados de los comicios del pasado domingo, en una jornada en la que la Bolsa de Valores de Lima se recuperó de la caída de 12,45 % que sufrió el lunes.
Humala afirmó a los periodistas que está haciendo "lo mejor" para Perú y que continuará trabajando para concretar ese objetivo, pero no quiso desvelar ni nombres ni proyectos en un futuro inmediato.
Tras la caída que sufrió ayer la bolsa, los dirigentes de los gremios empresariales le exigieron a Humala que "tranquilice al mercado" anunciando el nombre del que será su primer ministro y del ministro de Economía, ante lo que la alianza Gana Perú señaló que esa decisión se comunicará en los próximos días.
Sin embargo, la Bolsa de Valores de Lima se recuperó hoy y a la mitad de la jornada ya registraba una ganancia del 6,77 %, impulsada por compras de oportunidad de acciones líderes.
Expertos en bolsa declararon a Efe que el mercado registró un "rebote técnico", provocado por compras de acciones con precios baratos y que, además, los inversores se tranquilizaron tras la declaración de algunas agencias calificadoras, que mantuvieron la perspectiva positiva de la economía peruana.
Ante esta situación, el expresidente Alejandro Toledo pidió hoy que se deje a Humala trabajar "tranquilo" en la conformación de su próximo equipo de Gobierno.
"Dejen que el presidente electo trabaje tranquilo por el país. Sin presiones ni tensiones", escribió Toledo en su cuenta en la red social Twitter.
El exgobernante, que apoyó a Humala durante la segunda vuelta electoral, indicó que las señales de confianza que los empresarios le solicitan a Humala no "solo se exigen, sino también se dan".
Una posición similar le fue manifestada a Humala por el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, quien se comunicó con el líder nacionalista para felicitarlo y le aseguró que la desconfianza empresarial acabará disipándose.
Según fuentes de Gana Perú, durante una conversación telefónica, Lula trasladó a Humala su convicción en que la desconfianza de los empresarios e inversores bursátiles se disipará, al igual que sucedió en Brasil tras su elección como presidente.
Los reportes oficiales, cuando se ha escrutado más del 95 % de las actas, señalaron que Humala ganó en 19 de las 25 regiones de Perú.
En ese sentido, su propuesta de crear un Estado más fuerte, que enfatice en el desarrollo de políticas sociales, aunque manteniendo un modelo de libre mercado, caló hondo sobre todo en el interior postergado del país que, a diferencia de Lima, ha recibido muy poco del gran desarrollo económico peruano de la última década.
Entre los casos más notorios estuvieron Puno, donde obtuvo un 77,99 % (frente al 22,09 % de Fujimori); Tacna, con 73,42 %; Arequipa, con 65,91 %, y Cuzco, con 77,33 %, todas en el sur.
Estas regiones tienen, por tradición, una tendencia nacionalista e inclinada hacia la izquierda del espectro político, además de mostrar grandes sectores sociales empobrecidos, a los que no ha llegado el notorio desarrollo de los principales núcleos urbanos y donde son frecuentes las protestas sociales.
Similar situación se aprecia en otras regiones como Ayacucho, donde Humala obtuvo 72,10 % de los votos; Huancavelica, con 72,24 %; Huánuco, con 63,71 %; y en regiones de la Amazonía como Madre de Dios, con 66,26 %, y Loreto, con 56,72 %, zonas todas ellas consideradas entre las más marginadas del país.
Keiko Fujimori, por su parte, logró imponerse en cuatro regiones del norte del país, como Tumbes, con un 54,17 %, y Piura, con 52,33 %, así como en Lambayeque y La Libertad, notoriamente beneficiadas con la aplicación del modelo económico durante la gestión del presidente Alan García.
Sin embargo, el gran caudal electoral de Fujimori estuvo en la región de Lima y su vecina de Callao, que representa más de un cuarto del electorado nacional y donde Keiko obtuvo en ambos casos apoyos en torno a un 57 %.
Los analistas han resaltado el "divorcio" entre Lima y el resto del país -a excepción del extremo norte-, subrayando que los frutos del crecimiento económico han sido percibidos por la población urbana y costeña, pero no así por el interior rural y todas las regiones del centro-sur y la Amazonía peruana.