Huelga paraliza Portugal; su deuda es calificada “basura”
Una huelga general en Portugal contra las medidas de austeridad emprendidas por el gobierno de centro-derecha a cambio de ayuda financiera internacional paralizó ayer el país, mientras que la agencia Fitch rebajó la deuda a la nación europea a categoría de bono de basura.
La huelga en Portugal fue convocada por los dos principales sindicatos del país, CGTP y UGT, y afectaba al conjunto de servicios públicos, como la educación, la sanidad y la justicia. “La huelga es un sacrificio por el bien del país.
Es una tarjeta roja al gobierno por su acción, que conduce a la pauperización”, afirmó Manuel Carvalho da Silva, secretario general de la CGTP. Según las cifras del gobierno, solo 12.800 de los 355.305 funcionarios participaron en la huelga, es decir el 3,6%.
Sin embargo, para la CGTP, la tasa de participación superó la de la última huelga general, hace justo un año, en la que se movilizaron tres millones de personas. Unas treinta manifestaciones estaban previstas en el país y en particular en Lisboa por iniciativa de los sindicatos y de los “indignados”.
“Estoy de acuerdo con la huelga. Debemos esforzarnos en reembolsar las deudas del país, pero esta austeridad es demasiado brutal”, confía Patricia Conceiçao.
Mientras tanto, la agencia de calificación financiera Fitch Ratings rebajó un peldaño ayer la nota de Portugal, que pasó de BBB- a BB+ con perspectiva negativa, o sea con categoría de bono basura.
La agencia precisa que revisó las previsiones de crecimiento del país debido a las malas perspectivas económicas de Europa. Fitch pronostica una caída del PIB portugués de 3% en 2012, lo que dificultará aún más los esfuerzos del Gobierno para reducir su déficit.
Portugal se convirtió el pasado mayo en el tercer país de la Eurozona, después de Grecia e Irlanda, en recibir un rescate de la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional. El plan, de 78.000 millones de euros, destinado a refinanciar la deuda portuguesa, estaba condicionado a un severo plan de recortes y reformas.
Para enfrentar la crisis de la deuda en la zona euro, Alemania, Francia e Italia se reunieron ayer en Estrasburgo (Francia). En este encuentro, la canciller Angela Merkel se salió ayer con la suya en su oposición a implicar más al Banco Central Europeo (BCE) en este problema.
El acuerdo dejó frías a las bolsas y fue seguida de un alza de las tasas de las obligaciones italianas. La Bolsa de París cerró en baja de 0,18%, Fráncfort perdió 0,54% y Londres 0,24%. Madrid cedió 0,23% y Milán cerró en equilibrio -0,03%9.
Francia y Alemania harán propuestas en los próximos días para modificar tratados de la Unión Europea (UE) y para mejorar la gobernanza de la zona euro y la convergencia de las políticas económicas, anunció el presidente Nicolas Sarkozy al término de la minicumbre celebrada con los jefes de Gobierno de Alemania, Angela Merkel, y de Italia, Mario Monti. AFP