El Gobierno de Hong Kong denunció que una campaña impulsada por manifestantes para buscar apoyos internacionales ante las protestas registradas durante semanas, se basa en una “enorme exageración” de la situación en esta región autónoma.

Esta fue la respuesta de las autoridades locales a la aparición de 18 anuncios en 13 Diarios internacionales, cuya publicación está pautada desde este martes hasta el 30 de agosto.

Entre los medios en los que aparecieron estos anuncios a página completa figuran el New York Times estadounidense, el Frankfurter Allgemeine alemán, el español El Mundo o el francés Le Monde.

El Ejecutivo local, que considera que la campaña busca “difamar a Hong Kong”, aseguró que “las afirmaciones hechas en esos anuncios son una enorme exageración diseñada para ofrecer una imagen errónea de Hong Kong”.

El pronunciamiento llega tres días después de que las redes sociales estadounidenses Facebook y Twitter  informaron que cerraron 1.000 cuentas con origen en China que deslegitimaban con información falsa y comentarios incendiarios las protestas antigubernamentales que iniciaron en junio en Hong Kong.

Facebook precisó que algunas publicaciones de las cuentas suspendidas comparaban a los manifestantes hongkoneses con los combatientes del grupo Estado Islámico, calificándolos de “cucarachas” y atribuyéndoles supuestos proyectos de asesinatos.

El consejero de Estado y ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, pidió a las partes pertinentes persistir en una posición objetiva y justa para solucionar la situación de la región administrativa china.

“Ningún gobierno responsable o sociedad con imperio de la ley tolerará esos actos”, afirmó Wang, quien subrayó que los asuntos de Hong Kong son internos de China y no admiten ninguna interferencia de fuerzas externas.

Al principio, las protestas rechazaban una ley de extradición a China continental de sospechosos de delitos.

No obstante, las protestas evolucionaron hacia demandas más amplias sobre los mecanismos democráticos de la ciudad y hacia el rechazo a la creciente influencia de China, que administra los asuntos locales de Hong Kong. (I)