La policía hondureña, entrenada por estados unidos, vigila la frontera
Honduras ha rescatado 134 niños migrantes en 2 meses
Policías hondureños de élite, armados y entrenados por fuerzas especiales estadounidenses, patrullan las fronteras con Guatemala, para frenar la migración y el tráfico de menores hacia Estados Unidos.
En la operación denominada ‘Rescate de Ángeles’ se detiene a niños que huyen de la pobreza y la violencia que devasta a su país y se captura a los traficantes, que cobran elevadas sumas de dinero, con la promesa de hacerlos cruzar la frontera y ponerlos en territorio estadounidense.
Las revisiones se hacen en distintos pasos fronterizos, legales e ilegales. Los agentes revisan los autobuses que circulan por la frontera de Guatemala, cuestionan a las madres y los niños sobre su destino, chequean maletas, hasta escrutan los tatuajes para descartar alguna vinculación con las ‘maras’ (pandillas), detalla un informe de la revista Proceso.
El objetivo de este programa es cortar el paso a menores de 21 años que estén a punto de cruzar a Guatemala si no están acompañados por uno de sus padres, no llevan pasaporte y una carta notariada de autorización del viaje firmada por el otro progenitor.
Desde el 20 de julio hasta el 11 de agosto, este equipo ha rescatado a 134 menores, detenido a 8 traficantes de personas. La mayoría de los niños se encontraba con una persona adulta, que no era pariente, que los entregaría a otra persona al otro lado de la frontera. Las edades de los menores varían entre los 4 y 17 años.
“Se le puso a la operación ‘Rescate de Ángeles’ porque se les rescata de un futuro incierto. No se sabe qué les espera en México o Guatemala. Se les rescata de una decisión que otros tomaron cuando ellos no tenían edad de hacerlo, porque son unos angelitos”, explicó a Proceso el comisario Miguel Martínez Madrid, policía entrenado en Estados Unidos, quien coordina el Grupo de Operaciones Especiales Tácticas (GOET), cuyos miembros portan cuchillo y pistola.
En el operativo también participa el grupo Tigre. Sus miembros llevan ropa camuflada y fueron entrenados para combatir en campo y ciudad con otro grupo financiado por Estados Unidos: Jungla de Colombia. Cierra la pinza la UTIC (Unidad Transnacional de Investigación Criminal), que indaga judicialmente a los sospechosos de ser ‘coyotes’.
Los agentes han sido entrenados por el FBI, la Border Patrol Tactical Unit, escuelas estadounidenses y unidades especializadas de otros países. El grupo hondureño de élite fue creado y entrenado desde 2012 gracias a recursos del Departamento de Estado de Estados Unidos, y hasta junio pasado se había dedicado a perseguir secuestradores, narcotraficantes, políticos corruptos, lavadores de dinero y pederastas. Esta es la primera misión en la que sus agentes no usan las máscaras negras con que salen a las calles: no quieren espantar a los niños.
“Siento compasión cuando los detengo porque sé que no se van para robar, se van para trabajar, porque acá no hay trabajo. Pero son órdenes”, expresó un ‘tigre’.
Este programa se inauguró después de que en Estados Unidos se volviera un escándalo mediático y político la crisis humanitaria -que Martínez Madrid prefiere llamar éxodo- desatada por la llegada masiva de al menos 57.000 menores centroamericanos en el primer semestre de 2014, la mayoría proveniente de Honduras, El Salvador y Guatemala.
Pero el comisario dijo que la misión se decidió porque la Policía hondureña comenzó a recibir muchas denuncias de paisanos afincados en Estados Unidos, que se quejaban de haber contratado a ‘coyotes’ para que les llevaran a sus hijos. Solo que los niños nunca llegaban.
Datos
Entre octubre de 2013 y agosto pasado, según la Guardia Fronteriza, 61.581 menores de El Salvador, Honduras y Guatemala cruzaron solos la frontera, arriesgándose en la larga travesía de más de 1.500 km a ser víctimas de bandas criminales que asesinan, violan y extorsionan, sobre todo en México.
Las autoridades migratorias de Estados Unidos expulsaron entre enero y agosto a 39.029 guatemaltecos, contra 33.783 en el mismo período de 2013, según un boletín de la Dirección General de Migración de Guatemala.
Se estima que, solamente de Honduras, son unos 13.000 menores los que se encuentran en Estados Unidos sujetos a la deportación. El proceso inició en julio pasado con la repatriación de unas 200 personas entre adultos y niños. Muchos de ellos fueron devueltos a sus familias, otros a albergues.