Al menos cincuenta personas murieron ayer en Homs, según los opositores, por los bombardeos lanzados por las tropas leales al régimen sirio, que acusó a grupos terroristas de explotar un coche bomba y lanzar misiles contra la ciudad.

El grupo opositor Comisión General de la Revolución Siria informó en un comunicado sobre la muerte de medio centenar de personas, entre ellas 21 menores de edad y cinco mujeres, en una nueva jornada de ofensiva contra Homs, que es bombardeada desde el pasado viernes.

Entre los menores hay al menos 18 bebés que, según los Comités de Coordinación Local (CCL), fallecieron al dejar de funcionar sus incubadoras por el corte del suministro eléctrico.

El activista de los CCL y miembro del Consejo Nacional Sirio (CNS), Hozam Ibrahim, explicó que las fuerzas del régimen bombardean la ciudad con misiles Hawn, en especial los barrios de Baba Amro y Al Jalidiya. Mientras, el Ministerio de Sanidad sirio negó las informaciones sobre los neonatos y aseguró que los hospitales de Homs funcionan con normalidad y no hay escasez de material sanitario, según la agencia oficial de noticias Sana.

Estas informaciones no han podido ser verificadas de forma independiente debido a las restricciones impuestas por el régimen de Damasco a los periodistas.

El pasado viernes por la noche, Homs fue escenario de una masacre perpetrada por las fuerzas leales al presidente Bashar al Asad, que dejó entre 147 y 260 víctimas mortales, según distintas fuentes opositoras, que destacaron que fue la peor matanza desde el inicio de la revuelta.

Entretanto, el ministro francés de Asuntos Exteriores, Alain Juppé, confirmó ayer por la mañana  que la Unión Europea (UE) prepara en Bruselas nuevas sanciones contra el régimen sirio, que se enfocarán principalmente en el Banco Central.

Durante la sesión de control al Gobierno en la Asamblea Nacional, Juppé dijo que la vía diplomática pretende desbloquear la situación puesta por ese tipo de medidas y que hay “muy poco que esperar” de la visita a Damasco del titular ruso de Exteriores, Serguei Lavrov.

Juppé sostuvo que “probablemente” el presidente sirio, Bashar al Asad, no va a cumplir sus promesas de apoyar cualquier esfuerzo para lograr la estabilidad en Siria y, tras descartar que se pueda llevar a cabo en ese país una intervención militar, destacó que la diplomacia francesa intenta incrementar la presión.

El ministro apuntó que, por un lado, se va a reunir “a los amigos del pueblo sirio, a los socios de la UE y a grandes países emergentes, como Turquía; para acentuar la acción sobre lo que bloquea la situación y el propio Al Asad”.

“Y en Bruselas, de nuevo, vamos a incrementar las sanciones”, añadió en esa intervención, en línea con lo expresado estos días por fuentes comunitarias en la capital belga con vistas a ampliar el espectro de sanciones, que deberían adoptarse para la próxima reunión de titulares de Exteriores del bloque, prevista para el 27 de febrero próximo.

Además, Juppé mantuvo la postura de Francia de apoyar a la oposición siria y de estar al lado de la población de ese país para ver cómo “ayudarles a organizarse”.

“Su suplicio supone un peso moral sobre el Consejo de Seguridad” de la ONU, concluyó el ministro, en referencia al veto ruso y chino a la adopción de una resolución sobre Siria en ese organismo.