Al Qaeda y El Estado Islámico han reclutado a unos 2.000 europeos en sus filas
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Representar a Mahoma, como han hecho varios medios occidentales, entre ellos la revista satírica francesa víctima de un sangriento atentado, Charlie Hebdo, está prohibido en el islam, y las bromas sobre el profeta son juzgadas como ofensivas por la mayor parte de los musulmanes.
Pero pese a esta doctrina son las mismas organizaciones que representan a los musulmanes, como el Consejo Francés del Culto Musulmán (CFCM), las que han condenado con firmeza el atentado, que se atribuye a grupos yihadistas vinculados a Al Qaeda.
El Consejo Francés del Culto Musulmán, por su parte, condenó “con la mayor determinación” un acto “bárbaro contra la democracia y la libertad de prensa”.
En todo el territorio francés, compuesto por 66 millones de habitantes, viven 6 millones de musulmanes. Pero desde la guerra en Irak, París recibe miles de turistas musulmanes de Kuwait, Arabia Saudita y los Emiratos, todos inmensamente ricos, que usan en su país niqab (vestimenta tradicional de algunas musulmanas) y la continúan usando al llegar a París. No obstante, la preocupación en esta comunidad en Francia crece ante la aparición de lo que algunos llaman un “islam fanático y asesino”, que cree haber vengado al Profeta con sus frías ejecuciones de 12 humoristas que publicaron caricaturas sobre Mahoma, y además temen que los islamofóbicos fomenten una campaña de odio contra la segunda comunidad más grande de este país.
Tras el ataque el miércoles contra la revista Charlie Hebdo, que en 2006 publicó las primeras caricaturas de Mahoma, 3 granadas fueron arrojadas el jueves contra una mezquita en Le Mans, donde además hubo disparos en una sala de oración vacía. No se reportaron víctimas.
Otra mezquita, en Poitiers, fue pintada con un grafiti que decía “muerte a los árabes”, y en Ville-franche-sur-Saône, una explosión reventó las ventanas de una tienda de kebabs cercana a una mezquita. “Hemos tenido ya al menos tres ataques y el día aún no ha terminado. Me temo que estos solo se extenderán en los próximos días”, dijo el presidente del Observatorio contra la islamofobia Abdallah Zakir.
El teólogo musulmán Tariq Ramadan, que enseña en la universidad de Oxford, expresó: “No es el profeta quien fue vengado. Es nuestra religión, nuestros valores y nuestros principios islámicos los que han sido traicionados y heridos”.
Ramadan considera que se puso el dedo en la llaga y que ahora el debate que viene para los musulmanes de Francia es el islam que practican, su cohesión religiosa y la aceptación de los valores republicanos en un país laico y que prohibió en el 2010 el velo islámico por ley. Una Francia que se volverá fanáticamente laica y con los valores republicanos como estandarte frente al islam radical.
Francia está desde hace varios años en el ojo de la tormenta acusado muchas veces de ser un país en el que desde varios frentes reina la islamofobia. Con el argumento de respetar la identidad de la república y los principios de laicidad, es uno de los pocos sitios del continente en el que la burka y el niqab están prohibidas por ley, aunque solo hay 250 mujeres que la usan.
Por otra parte, grupos como Al Qaeda o el Estado Islámico (EI), que cuentan con 30.000 miembros, utilizan el nombre de la religión islámica para justificar su proyecto dirigido a imponer un régimen de terror a poblaciones enteras en Oriente Medio y otras zonas.
Fernando Reinares, catedrático universitario y especialista en terrorismo islamita, considera que el yihadismo global está ahora más extendido y es más diverso que nunca desde finales de los 80 y principios de los 90. Y la amenaza del terrorismo para las sociedades occidentales es la mayor desde el 11-S.
El analista no descarta que este tipo de ataques puedan repetirse a corto plazo y destaca que cada vez es mayor la movilización de yihadistas procedentes de países europeos hacia Oriente Medio y África.
Según datos oficiales, unos 2.000 europeos combaten en las filas del Estado Islámico de los cuales alrededor de 700 son franceses, 500 son británicos, 270 alemanes y unos 50 españoles.
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