Mientras  Grecia fracasaba  ayer  por cuarta ocasión en la formación de un gobierno y se prepara  para otras elecciones legislativas a fines de  junio, Francia daba un giro a la izquierda con la investidura  del socialista François Hollande.

El nuevo presidente francés, quien fue  recibido por el mandatario conservador   saliente, Nicolas Sarkozy, en las escaleras del  palacio   del Elíseo, asumió ayer la primera magistratura    con la promesa de  luchar contra todas las discriminaciones en su país e instando a “una nueva vía en Europa”.

Hollande es desde ayer  el séptimo presidente de la V República Francesa y el número 24 de la historia del país. “A partir de este día, usted encarna Francia, usted simboliza la República y usted representa al conjunto de los franceses”, le dijo el presidente del Consejo Constitucional, Jean-Louis Debré.

Durante su corto  discurso,  el segundo jefe del Estado socialista desde la posguerra mundial garantizó ayer que luchará por  dar un futuro mejor a los jóvenes, y prometió que la justicia será siempre la guía de sus acciones.   Elegido  el 6 de mayo con el 51,6% de los votos,  Hollande  afirmó que espera “abrir una nueva vía en Europa”, y propondrá a los dirigentes europeos un “nuevo pacto” que una la reducción de las deudas públicas a un indispensable estímulo de la economía.   “En Europa nos esperan y nos miran, y voy a proponer a mis colegas europeos un pacto que una la necesaria reducción del déficit con el indispensable estímulo de la economía”,   afirmó.

Tras enumerar algunas de las dificultades que lo esperan (la crisis, el paro, la división del país, la precariedad del empleo),   el nuevo mandatario francés  hizo  una  lista de las virtudes y valores del país, ha tendido la mano a los sindicatos y ha llamado a sus compatriotas a defender los valores republicanos sin replegarse en sí mismos ni dejarse llevar por el miedo, publicó El País.

Tiempo después, Hollande se reunió con la canciller alemana, Angela Merkel, pero no a la hora prevista porque  el avión que trasladaría a Hollande  a Berlín regresó a París tras ser alcanzado por un rayo en pleno vuelo. El incidente no tuvo consecuencias graves.

Así, mientras los franceses  ponían la esperanza en un presidente de izquierda, Grecia volvía a estar en el limbo político tras el cuarto intento fallido  de formar un gobierno de coalición luego de las elecciones legislativas del 6 de mayo, que desautorizaron las políticas de austeridad que realiza el país desde hace dos años.  

Tras este fracaso, los griegos se encaminan de nuevo a las urnas antes de finales de junio. “Desgraciadamente, vamos de nuevo a las elecciones, en unos días, bajo muy malas condiciones”, expresó el líder del socialista Pasok, Evangelos Venizelos, al término de una reunión entre los principales responsables políticos y el presidente de Grecia, Karolos Papulias.

El jefe de la pequeña formación de izquierda moderada Dimar, Fotis Kuvelis, que rechazó participar en una alianza conservadores socialistas, también confirmó que se realizarán nuevos comicios, mientras que la Presidencia lo hizo por medio de la televisión púbica Net: “Los esfuerzos de formación de un gobierno han concluido sin éxito”.

Paralizado políticamente desde las elecciones   en las que ningún partido obtuvo mayoría, el país ha tratado desde entonces de formar un gobierno que tenga en cuenta el rechazo mayoritario de los griegos a la política de austeridad aplicada por exigencia de los acreedores del país y evitarle su salida del euro.

Según   la presidencia de la República, hoy serán convocados los líderes políticos, a las 13:00,  para acordar un gobierno de transición -encabezado por un alto magistrado- que dirija el país a las elecciones.

Ante este preocupante panorama, la directora del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, evocó ayer en París la posibilidad de una “salida ordenada” de Grecia del euro, en una entrevista concedida a la cadena de televisión France 24.

“Si el país incumple sus compromisos presupuestarios, es necesario hacer revisiones apropiadas y esto significa financiación adicional y más tiempo o mecanismos de salida, que supondrían una salida ordenada en este caso”, declaró Lagarde.