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El Telégrafo
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Hollande amenaza con prohibir manifestaciones contra plan laboral

François Hollande, presidente de Francia.
François Hollande, presidente de Francia.
Foto: Internet.
15 de junio de 2016 - 16:53 - Agencia AFP

El presidente francés, François Hollande, amenazó hoy con prohibir las manifestaciones contra un plan laboral del gobierno, un texto que desde hace más de tres meses genera acciones de rechazo en todo el país.

Las declaraciones del mandatario se conocen al día siguiente de una marcha nacional en París para exigir la retirada definitiva del mencionado proyecto, movilización que terminó con más de 50 detenidos y unos 40 heridos.

En un momento en el que Francia alberga la Eurocopa (de fútbol) y cuando se enfrenta al terrorismo, no podrá haber más autorizaciones de manifestaciones si no se garantiza la preservación de los bienes, de las personas y de los bienes públicos, señaló Hollande durante el Consejo de Ministros, según el portavoz del gobierno Stéphane Le Foll.

Más temprano, el primer ministro Manuel Valls pidió a quienes se oponen al plan que no vuelvan a organizar grandes manifestaciones en París, como la de ayer, por los disturbios que se produjeron.

Valls se refirió a lo que denominó "falta de responsabilidad" de la CGT, el principal sindicato galo, y en particular a "la actitud ambigua del servicio de orden", en momentos en que se celebra la Eurocopa y en que la amenaza terroristas sigue elevada.

Asimismo, reitero que el gobierno no cambiará el texto de su proyecto de ley de reforma laboral, que "es el resultado de un compromiso con los sindicatos reformistas" y que "es bueno para las empresas, bueno para los asalariados".

Según fuentes policiales, en la manifestación participaron de 75.000 a 80.000 personas. Sin embargo, la CGT asegura que desfilaron más de un millón.

Desde principios de marzo, comenzaron las protestas contra ese proyecto que, a juicio de sus detractores, perjudica los derechos de los trabajadores y beneficia al empresariado en un país donde la tasa de desempleo se ubica en torno al 10%.

Incluso en el seno del gubernamental Partido Socialista, varias voces expresan su desacuerdo con relación al plan al opinar que da al empresariado mayores poderes en materia de organización del tiempo de trabajo y de despidos. (I)

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