El premier holandés, Mark Rutte, confirmó que su país dirigirá el equipo de investigadores que a partir de las próximas horas examinará el lugar en donde cayó el Boeing 777 de Malaysia Airlines (MH17), así como también las cajas negras -que ya les fueron entregadas- y los cuerpos de las 298 víctimas, algunas de las cuales aún no son halladas.

Por el momento no está claro cuántos cadáveres de los 298 pasajeros que murieron en el accidente fueron trasladados a Jarkov, explicó el primer ministro. Según informaciones no confirmadas, en el tren con vagones frigoríficos que ayer llegó a esa ciudad ucraniana controlada por Kiev iban los restos de 282 víctimas. Los primeros cuerpos serán trasladados a Holanda hoy, pero la prioridad de Ámsterdam es repatriar a los 193 holandeses que murieron en ese hecho.

Durante la noche del lunes, los separatistas de Donetsk -señalados por Estados Unidos como principales sospechosos del derribo del avión, posiblemente con un misil suministrado por Moscú- también entregaron las cajas negras del Boeing 777-200 a una delegación de Malasia, después de que el primer ministro de ese país, Najib Razak, llegó a un acuerdo al respecto con el líder de los rebeldes, Alexander Borodai.

El Parlamento ucraniano aprobó un decreto del Gobierno que llama a movilizar a la población en edad de combatir y a los reservistas para aumentar la presión sobre los separatistas. El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, alegó que esa medida demuestra que en ese conflicto está en juego la independencia nacional.

Por su parte, el presidente ruso, Vladimir Putin, aseguró que hará todo lo que está en su poder para que se desarrolle una investigación completa, que implique a todas las partes, “en profundidad y de manera transparente”.

Paralelamente, los ministros de Exteriores de la Unión Europa, reunidos en Bélgica, estudiaban nuevas sanciones contra Rusia por su respaldo a los separatistas en la ex-República soviética.

En el terreno, las fuerzas ucranianas y los separatistas prorrusos, en lucha desde hace tres meses, declararon un alto el fuego en la zona del siniestro, pero los combates continuaban a poca distancia.