Holanda: cannabis concentrado en la lista de drogas duras
El Gobierno holandés decidió este viernes colocar en la lista de drogas duras el cannabis con una concentración superior al 15 por ciento de la sustancia conocida como THC (tetrahidrocanbinol), que es el principio activo que se encuentra en esa droga, según un comunicado del Ejecutivo.
Con esta medida, el Gobierno de centroderecha de Holanda da un paso adelante en su política contra los llamados "coffeeshops" (lugares donde se permite fumar cannabis), los cuales están "tolerados" en Holanda desde hace décadas.
El Gobierno quiere convertir a partir de 2012 estos establecimientos en una suerte de clubes privados para ciudadanos holandeses, que tendrán que tener un pase para poder acceder a esos locales.
Según la medida aprobada hoy en el Consejo de Ministros, el Gobierno "quiere dar la señal clara de que el cannabis fuerte es una sustancia que implica riesgos impredecibles".
Al tomar esta decisión, el Ejecutivo de La Haya sigue las directrices de una investigación ordenada por el Ministerio de Sanidad, según la cual, "una proporción por encima del 15 % de THC en el cannabis causa problemas en la salud, sobre todo si se consume a una edad temprana".
Según ese estudio, esos problemas implican riesgos elevados de adicción, pasividad y un alto riesgo de sufrir una psicosis como la esquizofrenia.
La asociación holandesa que agrupa los intereses de los propietarios de los "coffeeshops" no se ha mostrado contraria a esta medida, pero ha precisado que se necesita una "regulación" de la producción que permita controlar el cannabis en el mercado, según uno de sus directivos, Marc Josemans.
Según datos del instituto Trimbos, especializado en asuntos de drogas, el 80 % del hachís y la marihuana que se vende en el país supera la norma del 15 % que describe la nueva medida.
En Holanda los "coffeeshops" no son legales -es decir, no están regulados por ley-, pero desde hace décadas existe una política permisiva que los "tolera", siempre y cuando no vendan alcohol, no causen conflictos en las inmediaciones del local, estén suficientemente lejos de los colegios y no vendan más de 5 gramos de cannabis por persona y día.
El actual Gobierno holandés es el primero que se ha propuesto cambiar las directrices de este tipo de establecimientos, los cuales han sido tradicionalmente reclamo de muchos turistas extranjeros, sobre todo de las vecinas Bélgica y Alemania.