Hillary Clinton visita a Nelson Mandela en su casa de campo sudafricana
La secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, visitó hoy al expresidente sudafricano Nelson Mandela en su casa de campo de la aldea de Qunu (sureste de Sudáfrica), donde el premio nobel de la paz de 1993 pasó su infancia.
Clinton disfrutó de un almuerzo privado con Mandela, de 94 años, en el primer acto de la visita oficial de tres días a Sudáfrica que empezó hoy en el marco de su gira por el continente africano, informaron los medios locales.
El exmandatario dedicó su mejor sonrisa a la jefa de la diplomacia estadounidense, que fue recibida por la esposa de Mandela, Graca Machel, según se aprecia en las fotos del encuentro divulgadas por el canal sudafricano "News24".
En una de las instantáneas, el premio nobel, flanqueado por su esposa y Clinton, muestra un buen aspecto físico, sentado en un sillón, ataviado de una rebeca y con las piernas cubiertas por una manta.
La secretaria de Estado visitó a Madiba, como llaman cariñosamente los sudafricanos al exgobernante, después de que su marido, el expresidente de EEUU Bill Clinton, hiciera lo propio en Qunu el pasado 17 de julio, en la víspera del cumpleaños de Mandela.
Madiba se convirtió en el primer presidente negro de Sudáfrica en 1994, cuando en Estados Unidos gobernaba Bill Clinton, quien envió una delegación a su ceremonia de investidura integrada, entre otros, por su esposa, entonces primera dama.
Hillary Clinton calificó entonces aquel acto como "un hito del siglo XX", y se declaró "al borde de las lágrimas todo el tiempo".
Mandela se trasladó a Qunu -donde vive alejado de la vida pública- el pasado 29 de mayo, tras pasar en enero una revisión médica por un dolor abdominal.
El expresidente sudafricano, bajo vigilancia médica desde 2011, dedicó 67 años de su vida a luchar contra el régimen racista del apartheid impuesto por la minoría blanca de su país, que le encarceló durante 27 años hasta su puesta en libertad en 1990.
Su mensaje de reconciliación y convivencia entre razas, que hizo posible la transición hacia una Sudáfrica verdaderamente democrática, le valió el Premio Nobel de la Paz en 1993, que recibió junto al entonces presidente sudafricano, Frederik Willem de Klerk.