El jefe del equipo negociador del gobierno, Humberto de la Calle, puso su renuncia a consideración del presidente
Todos intentan salvar la paz
Un día después de que los votantes rechazaron los acuerdos de paz entre el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) prevalecían el desconcierto por el resultado del plebiscito y la incertidumbre por lo que ocurrirá con el cese bilateral y definitivo del fuego y el desarme de esa guerrilla.
Pero dentro del imprevisto resultado del plebiscito y de la desazón que produjo en amplios sectores que daban por hecho un triunfo del ‘Sí’, hay una noticia alentadora: que tanto el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos, como las FARC y el exmandatario Álvaro Uribe -líder de la campaña por el ‘No’- coinciden en que hay que salvar el proceso de paz.
El presidente Santos reiteró durante una reunión con los dirigentes políticos de su coalición de Gobierno que convocará a una comisión para dialogar con los sectores que promovieron el rechazo a los acuerdos de paz. Y Uribe y las FARC van más allá. Los dos hablan, en una inusual sintonía, de avanzar hacia un “pacto nacional”.
El senador Antonio Navarro Wolff dice a EL TELÉGRAFO que lo que no puede ocurrir es que el expresidente Uribe y su partido, el Centro Democrático, terminen hablando directamente con las FARC, con los delegados del Gobierno como convidados de piedra.
“Eso sería darle la espalda a la mitad de los colombianos que ayer (domingo) respaldaron los acuerdos de paz”, señala el congresista, excandidato presidencial y exguerrillero.
Un político que está llamado a jugar un papel clave en el nuevo escenario que se abrió con el triunfo del ‘No’ en el plebiscito es el exministro conservador Álvaro Leyva Durán, quien goza de toda la confianza de la cúpula de las FARC y tiene una buena relación con Uribe.
Él es uno de los pocos colombianos que puede tender puentes entre el expresidente y los jefes de la guerrilla. Fue un asesor fundamental de la mesa de negociaciones entre el Gobierno de Santos y las FARC y uno de los autores del acuerdo de justicia que alcanzaron las partes.
Leyva Durán y el senador del izquierdista Polo Democrático, Iván Cepeda, otro facilitador clave del proceso de paz, viajarán a La Habana, sede de las negociaciones con las FARC y donde permanecen los comandantes insurgentes, para tratar de buscar salidas a la crisis derivada del triunfo del “No” a lo negociado con esa guerrilla.
El presidente Santos, quien el domingo en la noche dijo que convocaría a dialogar a las fuerzas políticas que promovieron el “No”, sostuvo ayer una reunión con su equipo de negociadores de paz y con los líderes de los partidos que forman su coalición de gobierno.
En ese encuentro, Santos y sus aliados políticos analizaron la situación y evaluaron el mensaje que llevarán a las FARC los negociadores de paz que viajaron por la tarde a La Habana. Entre ellos, estaba el jefe del equipo, Humberto de la Calle, quien había puesto su renuncia a consideración del presidente.
Al término de la reunión, el presidente del Congreso, el senador Mauricio Lizcano, dijo que la coalición de gobierno respalda al presidente en su decisión de persistir en la búsqueda de la paz y en su propósito de conformar una comisión para abrir un diálogo nacional con todos los sectores, incluidos los que promovieron el ‘No’.
“Esperamos que esta comisión tenga tiempos precisos y resultados concretos”, dijo el congresista.
El uribista Centro Democrático aceptó el llamado al diálogo y designó como sus representantes a Óscar Iván Zuluaga, Iván Duque y Carlos Holmes Trujillo, quienes ya solicitaron una reunión con representantes del gobierno para ver “la posibilidad de renegociar lo acordado con las FARC”.
Los tres dirigentes, señaló un comunicado, “serán los voceros que tendrá el Centro Democrático ante el gobierno en el propósito de buscar un pacto nacional, con el cual se salve la negociación con las FARC”.
Desde La Habana, el comandante en jefe de las FARC, Rodrigo Londoño, alias ‘Timochenko’, divulgó un video en el que reafirmó que los frentes de esa guerrilla mantendrán el cese al fuego bilateral y definitivo vigente desde junio pasado.
De acuerdo con el jefe guerrillero, esa organización permanecerá fiel a lo acordado con el gobierno porque “la paz con dignidad llegó para quedarse”.
Además, recordó que el Acuerdo Final que suscribió el lunes 26 de septiembre en Cartagena con el presidente Santos fue firmado como Acuerdo Especial y depositado ante el Consejo de la Federación Suiza, en Berna, lo que “le confiere innegable e irrevocable efecto jurídico”.
Las alternativas
Entre las posibilidades que se abren paso en Colombia para salvar los acuerdos de paz, que quedaron sin validez a nivel interno por el triunfo del ‘No’ en el plebiscito, se manejan la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente en la que participen las FARC y la creación de una comisión para renegociar lo pactado con esa guerrilla.
Uribe, quien en la década pasada negoció un acuerdo de paz con paramilitares de extrema derecha que cometieron 1.666 masacres de civiles, ha dicho que los jefes de las FARC responsables de delitos de lesa humanidad deben pagar prisión efectiva y no las penas alternativas -como trabajo comunitario- que establecen los acuerdos. También se niega a que los jefes guerrilleros participen en política.
Por lo pronto, queda en suspenso el desplazamiento de las tropas de la guerrilla a las 27 zonas del país donde una misión de Naciones Unidas debía comenzar a recibir las armas de los combatientes y verificar el cese definitivo del fuego.
En todo caso, pasarán varios días para que se vaya despejando la hojarasca que quedó después del apretado triunfo del ‘No’ a los acuerdos de paz, que fue por menos de medio punto porcentual. (I)