El izquierdista Gustavo Petro se convirtió ayer en el  nuevo alcalde de Bogotá, con 32,22% de los votos frente al líder de centroderecha Enrique Peñalosa (25,11%), quien reconoció su derrota tras contabilizarse el 84,44% de las mesas, informó ayer la autoridad electoral.

Petro, de 51 años, ex guerrillero del M19, participó en estas elecciones con el movimiento Progresistas, una disidencia del partido Polo Democrático, que actualmente gobierna en la alcaldía de la capital. Colombia celebró ayer comicios para escoger a 32 gobernadores, 1.103 alcaldes, así como asambleas departamentales y concejos municipales, las mismas que se desarrollaron en medio de hechos violentos.

El Gobierno informó ayer que siete eventos  se registraron hasta poco después del mediodía durante las elecciones,   frente a los 21 registrados en los anteriores comicios de esta naturaleza, celebrados en 2007. “El porcentaje de disminución en comparación con las elecciones del 2007 es del 86%”, subrayó el ministro del Interior, Germán Vargas Lleras. Los hechos de violencia ocurrieron en las localidades de Leiva, departamento de Nariño; Betoyes (Arauca); La Hormiga (Putumayo); Toribío (Cauca); El Castillo (Meta); Aguadas (Caldas) y Florida (Valle).

El caso más grave ocurrió en Arauca, departamento fronterizo con Venezuela. El ataque fue perpetrado por desconocidos contra el vicepresidente de la Cámara de Representantes, Albeiro Vanegas Osorio, que salió ileso; pero murió su conductor, Ariel Delgadillo.

El chofer del diputado del Partido Social de la Unidad Nacional (Partido de la U) falleció tras el atentado que sufrieron cuando viajaban por una carretera del departamento de Arauca, este del país, informaron fuentes oficiales. Delgadillo, de 45 años, recibió al menos un disparo y fue trasladado al hospital de Tame, pero falleció cuando era atendido, señalaron fuentes militares a periodistas en Arauca.

El comandante de la Brigada XVIII del Ejército, general Jaime Reyes Bretón, confirmó a periodistas en Arauca, capital del departamento del mismo nombre, que uno de los disparos hechos contra la caravana de vehículos de Vanegas alcanzó a atravesar el blindaje e hirió al conductor del político.

Según relataron algunos testigos a las autoridades, al menos cinco desconocidos dispararon contra los vehículos cuando viajaban por un sitio conocido como Flor Amarillo, en la carretera entre Arauca y Tame, y se dieron a la fuga.
Ninguna autoridad ha atribuido el ataque a organización alguna. En esa región actúan frentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), facciones del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y redes de bandas criminales. Hacia la zona del ataque fueron enviados refuerzos militares y policiales para tratar de capturar a los asesinos.

En Bogotá, el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, manifestó que hubo normalidad en otras regiones del país y aseguró que la fuerza pública tenía garantizada la seguridad. “Tenemos un cubrimiento del 99,4%, casi que el total del país, lo que implica un despliegue sin precedentes”, expresó Pinzón. Más de 350.000 uniformados de las distintas fuerzas y de la Policía vigilaron los más de 91.000 colegios electorales para garantizar la tranquilidad de los ciudadanos.