El fiscal aseguró que tomará al menos 2 semanas identificar a los cuerpos encontrados
Guerrero acusa a los policías de llevarse a los 43 normalistas (Galería)
México.-
“¡Váyanse a buscar a nuestros compañeros!”, les gritan a los militares. Los hacen retroceder, 3 camiones y una camioneta abandonan así la carretera que ha sido tomada por estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, en el estado de Guerrero de México.
Son cientos de muchachos que cubren sus rostros. Los acompañan padres de familia y algunos docentes del mismo estado donde 6 personas fueron asesinadas y 43 estudiantes desaparecieron, el viernes 26 de septiembre, tras ser abaleados por personas a bordo de patrullas policiales, en la ciudad de Iguala.
Ahora, bajo un sol ardiente se instalaron en la Autopista del Sol, una de las carreteras más importantes del país que une la capital con el puerto de Acapulco. En las afueras de Chipancingo realizan cortes intermitentes a la circulación y entregan a quienes pasan un relato detallado de los hechos.
Minutos después suben en autobuses y avanzan hacia el peaje conocido como Palo Blanco, en la sierra. “Aquí vamos a estar hasta que nos den respuesta”, dicen sus voceros mientras los jóvenes, muchachos y muchachas, destruyen cámaras de seguridad y algunas instalaciones del lugar. “¿Por qué rompemos? Porque hay indignación”.
Manuel Martínez es tío de un estudiante desaparecido. Explica: “Ya pasaron 10 días y si de verdad (las autoridades) los quisieran regresar ya lo hubieran hecho. No podemos decir que estén buscando ¡porque ellos se los llevaron!, ¡el gobierno sabe dónde los tienen!”, dice y recuerda que uniformados participaron en los hechos que concluyeron con el secuestro masivo”
“Fueron los policías municipales, incluso sabemos los números de las placas de las patrullas. La 017, la 018, 020, 021, 022 y la que más anduvo contraatacando a nuestros compañeros normalistas fue la 302”, abunda Diego Genaro Mesa, un muchacho chaparrito y moreno de hablar firme, dirigente normalista.
“Acudimos a varias instancias, al ejército, a barandillas en la policía municipal y nada, a hospitales y nada, al Servicio Médico Forense y nada. Entonces, ¿qué está pasando?”.
La protesta sube de tono y los estudiantes prometen escalar en su reclamo, de no obtener respuesta durante las próximas horas.
Fosas clandestinas
Cerca de donde 9 días antes desaparecieron 43 alumnos de la escuela de magisterio, las autoridades del estado de Guerrero encontraron el sábado media docena de fosas comunes en la localidad Pueblo Viejo.
El fiscal del estado mexicano de Guerrero, Iñaky Blanco, informó que suman 28 los cuerpos humanos encontrados en fosas y se detectaron signos de calcinación, por lo que se considera que sobre ellos se derramó diésel, gasolina o petróleo antes de prenderles fuego.
Hasta que no se determine la identidad de los cuerpos localizados no se podrá saber si los restos pertenecen a los desaparecidos, advirtió el funcionario.
Los familiares y compañeros de las víctimas exigen un peritaje independiente y denuncian un intento de acallarlos. “Desconfiamos porque vivimos en un estado delincuente, un estado donde todo es corrupción y masacres”, dijo Martínez.
Diego Genaro indignado dijo: “Nada más están jugando con los padres de familia y no se debe, porque es un dolor grande el saber que un hijo está desaparecido. Queremos saber si los están buscando o no, porque la verdad llena de coraje, ya van nueve días y nada. Para nosotros tal vez un día es corto, pero un segundo para nuestros compañeros desaparecidos es eterno”.
Los normalistas
Quienes hoy suspenden carreteras y toman casetas ya han salido varias veces a protestar. Los normalistas de Ayotzinapa tienen tradición de postura combativa ante diversas causas, recientemente la reforma educativa promovida por el gobierno de Enrique Peña Nieto.
Viven en Guerrero, uno de los estados más pobres del país, pero también una región con trayectoria de rebeldía. Aquí han surgido los movimientos guerrilleros más destacados, se formaron líderes como Lucio Cabañas y Genaro Vázquez. Diego Mesa lleva el nombre de ellos en el suyo propio. El joven dijo que los normalistas rurales “somos un estandarte de lucha. Cuando vemos que no hay movilización, la hacemos”.