El volcán de Fuego, en el suroeste de Guatemala, aumentó este miércoles sus erupciones llevando a las autoridades a incrementar la vigilancia del coloso que en junio reportó una violenta erupción que dejó 165 muertos y 260 desaparecidos.

David de León, portavoz de protección civil, dijo a periodistas que el volcán tuvo "una erupción fuerte" seguida de retumbos y la posibilidad de lluvia de ceniza en poblados cercanos.

"Los monitoreos se mantienen en las comunidades aledañas" ante cualquier eventualidad, precisó el funcionario de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred).

El volcán de Fuego, de 3.763 metros de altura y localizado 35 km al suroeste de la capital, tuvo una violenta erupción el pasado 3 de junio seguida de una avalancha de flujos piroclásticos (mezcla de rocas, gases y ceniza), que devastó la comunidad San Miguel Los Lotes, en la ciudad de Escuintla, y afectó aldeas vecinas.

Casi 3.000 personas de la zonas afectadas fueron llevadas a iglesias y escuelas habilitadas como albergues y desde la semana pasada empezaron a ser movilizadas a casas temporales de madera en una finca estatal en Escuintla, donde se planifica construir un proyecto definitivo de vivienda.

La fiscalía local días después de la tragedia inició una investigación para determinar si hubo negligencia de parte de las autoridades en la evacuación de pobladores. (I)