Volcán de Fuego sigue sin dar tregua en Guatemala
El Instituto de Vulcanología (Insivumeh) aseguró que el coloso de Fuego registró este miércoles 6 de junio varias explosiones débiles, en un rango de cuatro a cinco por hora, que generaron columnas grises de ceniza de 4.700 metros de altura.
A pesar de las condiciones adversas, cientos de rescatistas, policías y militares ingresaron a la ahora llamada “zona 0” para reanudar las tareas de búsqueda de los 192 desaparecidos. El lunes 4 de mayo las operaciones fueron suspendidas por los nuevos deslaves.
“Las explosiones generan avalanchas moderadas que recorren aproximadamente 1 km y en su trayecto levantan una fina polvareda hasta unos 100 m de altura”, agregó la institución en un reporte.
El pasado domingo, el volcán registró la erupción más fuerte de las últimas cuatro décadas, que ya se cobró la vida de 75 personas tras desatar una avalancha de material volcánico que sepultó a comunidades del poblado sureño de Escuintla.
La catástrofe también dejó 44 personas heridas, 12.089 evacuados, de los cuales 3.319 fueron llevados a albergues, según precisa un balance que publicó este miércoles 6 de junio la Coordinadora para la Reducción de Desastres (Conred), ente a cargo de la protección civil.
Los miembros de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) cargan el ataúd de su compañero Juan Fernando Galindo, que murió tras la erupción del domingo. Foto: AFP
La búsqueda de sobrevivientes
Un grupo de agentes de policía fue designado para marcar con tinta roja las viviendas que ya fueron revisadas en medio del rastreo de desaparecidos.
“Ya conocemos un dato con nombres y de las localidades donde hay personas desaparecidas y tenemos el número que son 192”, informó en rueda de prensa el secretario de la Conred, Sergio Cabañas.
El funcionario por primera vez dio una cifra. Cabañas sostuvo que continuarían con las tareas de búsqueda pese a que las autoridades admitieron que será casi imposible hallar sobrevivientes. La lava enterró a las aldeas San Miguel Los Lotes y El Rodeo.
Los inspectores marcan las casas hurgadas. Foto: AFP
La solidaridad
“Venimos en apoyo de aquellos que verdaderamente están arriesgando su vida por las personas que están allí (desaparecidos)”, dijo Gladys Vian, ama de casa de 56 años miembro de la parroquia de una iglesia católica de Escuintla que distribuye a los socorristas comida tradicional guatemalteca.
Comentó que realizaron una colecta para preparar los alimentos en grandes ollas que trasladan en un camión.
A pesar de que varios países como Estados Unidos, Chile, México, Venezuela y el grupo de países donantes conocido como G13 han puesto a disposición ayuda humanitaria ante la tragedia, la misma aún permanece en el limbo porque las autoridades guatemaltecas no han hecho un llamamiento oficial. (I)
Miles de damnificados reposan en un albergue. Foto: AFP