Grecia entregó ayer en Bruselas a sus acreedores -Unión Europea y Fondo Monetario Internacional- contrapropuestas de reforma para evitar un ‘default’ del país, que supondría “el principio del fin” para la zona euro, dijo el primer ministro, Alexis Tsipras.

El Gobierno griego anunció la entrega de “2 textos suplementarios” de propuestas al comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, para “subsanar las divergencias” sobre algunos temas.

La oferta de acuerdo, que contiene 47 páginas, incluye varias concesiones en materia fiscal y presupuestaria, respecto a sus compromisos electorales.

Grecia necesita un acuerdo ya que está prácticamente sin fondos. Debe devolver antes del 30 de junio -cuando llega a término su plan de asistencia financiera- 1.600 millones de euros al FMI.

Según una fuente europea, además planifica la compra por Atenas de las obligaciones griegas en manos del BCE, una idea que hace tiempo apoya el ministro griego de Finanzas, Yanis Varoufakis.

Los helenos esperan un aporte de 7.200 millones de euros del FMI, la UE y el Banco Central Europeo (BCE).

A cambio, los acreedores exigen, entre otras medidas, un aumento del IVA en la electricidad o la supresión de ayudas a los jubilados, que el Gobierno griego rechazó en los últimos días. (I)