Grecia protesta por la desaparición de la televisión pública
Atenas.- La huelga general realizada ayer en Grecia en contra del cierre de la radiotelevisión pública (ERT) se convirtió en una protesta cerrada contra un gobierno calificado cuando menos de “autoritario”.
“Lo que queremos es que acabe este fascismo, porque lo que está ocurriendo es puro fascismo, con la Policía antidisturbios cortando las señales de televisión.Estamos hartos”, dijo Eleni, ama de casa que participó en la manifestación de apoyo a la plantilla de la ya desaparecida radiotelevisión pública griega.
La huelga general había sido convocada con un día de antelación, en un llamado urgente de solidaridad con los cerca de 2.600 trabajadores que, de la noche a la mañana, fueron despedidos. En esta tercera huelga general del año el seguimiento fue masivo en el sector público y prácticamente nulo en el privado.
El transporte público prácticamente quedó inmovilizado, en los hospitales solo hubo servicios mínimos y los bancos permanecieron cerrados. En el transporte aéreo hubo retrasos pero no cancelaciones y el resto de la vida cotidiana funcionó completamente normal, con comercios abiertos y una industria plenamente operativa.
Distinta fue, en cambio, la imagen que ofrecieron las numerosas manifestaciones celebradas en las principales ciudades, donde miles de personas se congregaron ante las respectivas sedes de la ERT.
En Atenas, donde se encuentra la sede central de la ERT, entre 10.000 y 20.000 personas, dependiendo de las fuentes, se congregaron ante el edificio en una manifestación que reunió a ciudadanos de todas las edades y condiciones.
Imágenes similares se vivieron en otras ciudades, como Salónica, sede del tercer canal de la televisión pública ERT3, desalojada el miércoles por la Policía antidisturbios.
Aunque nadie en Grecia pone en duda la necesidad de reformar el ente público, que durante años ha visto crecer verdaderas castas de privilegiados, nombrados por los distintos gobiernos o partidos y con sueldos astronómicos, el cierre sin previo aviso ha indignado a todos.
Las críticas al primer ministro griego, Antonis Samarás, se han tornado ahora en ira y cuando se pregunta al respecto, los calificativos hacia el Gobierno son siempre los mismos.
“Esta es una actuación fascista”, “Ni la Junta de Coroneles (que gobernó de facto Grecia entre 1967 y 1974) llegó a cerrar la televisión pública” o “Son como nazis” son algunas de las frases que se escuchan constantemente y que dan imagen del nivel de calentamiento del ambiente en las calles.
En medio de esta situación corre el rumor de elecciones anticipadas. Ningún miembro del Gobierno lo dice abiertamente, pero tanto los analistas políticos como la oposición no hablan de otra cosa en los pasillos.
Entre los argumentos que se aducen figura el hecho de que el Gobierno está más dividido que nunca. El cierre de la ERT no ha sido más que un nuevo episodio de desencuentros y los tres líderes de la coalición acordaron mantener una reunión el próximo lunes.
LA COALICIÓN GUBERNAMENTAL TRATARÁ EL TEMA
El primer ministro griego, Antonis Samarás, se reunirá el lunes próximo con sus dos socios de la coalición gubernamental, que están en abierto desacuerdo con él sobre el cierre fulminante de los canales de televisión y las cadenas de radio del sector público de Grecia, determinado por el jefe del gobierno.
Samarás “se entrevistará el lunes a las 15:00 GMT con Evangelos Venizelos et Fotis Kouvelis”, dirigentes del partido socialista (Pasok) y de la izquierda Dimar, respectivamente, indicaron los servicios del primer ministro.
Samarás, cuyo partido Nueva Democracia es el único de la coalición gubernamental tripartita en apoyar la clausura de la ERT, defendió el miércoles su decisión del cierre inmediato, calificando al ente de nido “de privilegios, de opacidad y de derroche”.
Por su parte, Venizelos afirmó el miércoles que hay “un ambiente de crisis política” e instó al primer ministro a “salvaguardar la unidad y el futuro del gobierno”, formado hace cerca de un año. (AFP)