Una nueva huelga de los sindicatos se registra este jueves en Grecia en contra de los recortes derivados de los acuerdos del Gobierno del conservador Antonis Samaras con la troika.

Los hospitales y centros médicos sólo están atendiendo los casos de emergencia. Los médicos protestan por las reformas del sistema sanitario que consideran derivarán en su deterioro, así como en despidos y reducciones salariales.

Los trabajadores de autobuses y trolebuses urbanos, así como los ferrocarriles nacionales y el servicio de cercanías, también llevan a cabo una huelga en contra de la negativa del Gobierno a extender los convenios colectivos del sector y a su intención de reducir los salarios.

Dentro del transporte público, sólo el metro y el tranvía de Atenas funcionan, ya que sus trabajadores están sujetos a un decreto de movilización forzosa aprobado la semana pasada por el Ejecutivo.

Los trabajadores de la Empresa Pública de Electricidad (DEI) se han declarado en paro en solidaridad con los empleados de los transportes públicos.

Igualmente, los ferries permanecerán amarrados a puerto debido a la paralización del sindicato de marineros en contra de una nueva ley que permitirá a las empresas de transbordadores reducir personal durante la temporada baja.

También los agricultores, que protestan contra la subida de impuestos y del precio de los carburantes, llevan tres días amenazando con bloquear la autopista entre la capital griega y Salónica, la segunda ciudad del país, y decenas de tractores permanecen en varios puntos de la carretera dispuestos para cerrarlas al tráfico en cualquier momento.