Gobierno y rebeldes sirios luchan por controlar Alepo
La ciudad siria de Alepo se mantuvo ayer en vilo ante la inminente ofensiva de las fuerzas del régimen para recuperar las zonas controladas por los grupos de infiltrados extranjeros y rebeldes locales apoyados por Estados Unidos.
Los enfrentamientos en la segunda ciudad y centro económico de Siria cumplieron ayer una semana entre fuertes bombardeos de las fuerzas gubernamentales contra los barrios en manos de la insurgencia.
Los ataques castigaron los barrios de Al Fardus, Salahedín, Al Sukari, Al Ansari, Al Mashad y Bustan al Qasr, controlados por los rebeldes del Ejército Libre Sirio (ELS).
Alepo está sitiada por tanques del régimen de Bashar al Asad, según el “número dos” del rebelde ELS, Malek Kurdi, quien afirmó que sus hombres se preparan para defender la ciudad.
El ESL, compuesto sobre todo por mercenarios de diferentes países, aseguró que controla el 40% del territorio sirio, pero reconoció que se tratan de zonas rurales y que no hay continuidad geográfica entre las áreas en su poder.
La lucha por el control de Alepo y la llegada de refuerzos militares del régimen despertó el temor en la comunidad internacional de que se produzca una masacre en la ciudad, cuyo casco antiguo está inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial desde 1986.
La portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Victoria Nuland, expresó ayer la preocupación de su gobierno ante el uso de aviones y tanques contra la población civil, aunque Hillary Clinton ofreció todo su apoyo a los rebeldes.
La Alta Comisionada de la ONU para Derechos Humanos, Navi Pillay, dijo que los reportes provenientes de Damasco hablan de la acumulación de fuerzas en Alepo y sus alrededores.
Según el portavoz de la organización, Rupert Colville, hay informes aún no confirmados de atrocidades, incluyendo ejecuciones y asesinatos de civiles por francotiradores de la oposición durante combates en los suburbios de Damasco.
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, instó al gobierno a detener su ofensiva. También exigió un compromiso de que no utilizarán armas químicas bajo ninguna circunstancia.