Irán envió un mensaje a Estados Unidos y Arabia Saudí que evalúan una acción militar. Teherán alertó que las tropas están preparadas para entrar en combate y que una guerra sería devastadora para la región.

Hosein Salamí, comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria iraní, subrayó durante una ceremonia que “los enemigos se han quedado sin opción en el campo de batalla”.

“Nuestros soldados, basijis (voluntarios islámicos) y guardias están preparados con los ojos abiertos en las fronteras, no estamos preocupados por los enemigos, sean grandes o pequeños”, añadió.

Salamí agregó que los rivales son “muy conscientes” de la capacidad militar de la nación y que por ello “se ven obligados a vincular cualquier incidente mediante afirmaciones falsas” con Irán.

El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, anunció el miércoles que el golpe múltiple del sábado contra Aramco fue un “acto de guerra” de Irán y “no vino de los hutíes”.

El jefe de la diplomacia iraní señaló que los aliados de EE.UU. en la región (Israel, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos) “intentan engañar” al presidente  Donald Trump y conducirlo a una guerra.

“Por su propio bien, deben rezar para que no obtengan lo que buscan”, escribió Zarif, antes de agregar que tanto Arabia Saudí como Emiratos todavía están inmersos en “una guerra en Yemen mucho más pequeña” que no es capaz de ganar en cuatro años.

La intervención en Yemen de la coalición militar árabe, liderada por Arabia Saudí, comenzó en marzo de 2015 y los insurgentes  efectúan ataques de represalia contra territorio saudí.

Para aclarar los ataques contra las instalaciones de Aramco, expertos de la ONU  participarán en la investigación para que no haya dudas sobre su transparencia y objetividad.

Los iraníes, además de negar toda implicación, advirtieron que responderán “inmediatamente” a cualquier agresión de forma aplastante. (I)