El Gobierno francés confirma que el profesor decapitado el viernes fue objeto de una fatua
El profesor Samuel Paty, decapitado el viernes a las afueras de París tras una clase sobre la libertad de expresión, fue "obviamente" objeto de una fatua --edicto religioso islámico-- que se difundió por Internet, según el ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, que ha confirmado el inicio este lunes 19 de octubre de operaciones policiales contra "decenas" de personas.
"Vamos a tener que volver a poner el foco en el odio en Internet", ha reconocido Darmanin, después de que las autoridades hayan constatado que fue precisamente en las redes sociales donde se habría cebado el ataque contra Paty, que once días antes de su asesinato mostró en clase caricaturas del profeta Mahoma. Se han abierto unas 80 investigaciones a raíz de mensajes publicados tras el crimen.
"No podemos seguir permitiendo que haya este tipo de fatuas contra personas como un profesor. Mañana será contra un policía, pasado mañana contra un periodista", ha advertido Darmanin, en una entrevista a la emisora Europe 1 en la que ha señalado que el padre de una de las alumnas de Paty y el activista islamista Abdelhakim Sefrioui podrían ser considerados cómplices del ataque por sus mensajes.
Ambos permanecen bajo custodia policial, mientras que el presunto autor del ataque, que llevaba un cuchillo en la mano cuando fue interceptado por las fuerzas de seguridad, murió abatido por disparos de los agentes. Las autoridades han identificado a este terrorista como un joven de origen checheno.
El ministro ha asegurado este lunes que hay "operaciones policiales en curso" y ha anunciado un refuerzo de la vigilancia en medio centenar de asociaciones, con la posibilidad de que varias de ellas sean disueltas en los próximos días por su vinculación con "círculos radicales". Entre las que podrían ser ilegalizadas está el Colectivo contra la Islamofobia en Francia (CCIF), aludida en la fatua, y la ONG musulmana Barakacity.
Sin embargo, Darmanin ha apelado a la discreción: "Cuando se toman medidas contra un enemigo de dentro, insidioso y extremadamente bien organizado, no siempre se puede hacer público".
El Ministerio del Interior anunció el domingo que expulsará a más de 200 extranjeros señalados por presunta radicalización, lo que implicará a personas ya en la cárcel --unas 180 de ellas están presas-- y también detenciones en las próximas horas.
Redadas policiales
La Policía francesa ha llevado a cabo redadas en las viviendas de una decena de presuntos islamistas tras el caso de Paty. Ahora, los agentes se encuentran interrogando a varios detenidos que habrían difundido mensajes de apoyo al presunto autor del asesinato.
Asimismo, las autoridades galas han informado de que actualmente hay 51 asociaciones musulmanas en Francia que están siendo investigadas, según informaciones del diario 'Le Figaro'.
Darmanin ha explicado, no obstante, que estas redadas han sido llevadas a raíz de lo acordado durante el Consejo de Defensa convocado el domingo y que algunas de las personas afectadas no están "necesariamente vinculadas con la investigación".
La idea es, no obstante, transmitir un mensaje: "ni un minuto de respiro para los enemigos de la República". El objetivo de estas redadas son sospechosos que ya estaban en el punto de mira de los servicios de Inteligencia franceses por lanzar mensajes de odio o realizar discursos "radicales".
Desde que se produjo el asesinato se han llevado a cabo, además, unas 80 pesquisas por presuntos delito de odio a través de las redes sociales en el país. El Gobierno ha alertado así de que aquellas organizaciones musulmanas que sean investigadas y sean culpables de delitos de odio serán cerradas de forma inmediata.
Entre estas asociaciones se encuentra el Colectivo Contra la Islamofobia, que ha sido acusada por el Gobierno de extender un mensaje de "desafío" contra el Estado francés. (i)