Gobierno colombiano y FARC inician complejo debate sobre justicia
El gobierno colombiano y la guerrilla comunista de las FARC iniciaron las discusiones sobre justicia para los crímenes cometidos en el conflicto armado, uno de los puntos más complejos de la agenda de paz.
Los debates sobre justicia, a cargo de un equipo "técnico" conformado por delegados y asesores jurídicos del gobierno y la guerrilla, comenzaron el lunes en La Habana en forma paralela a las negociaciones entre los "plenipotenciarios" de cada parte, explicó una fuente del gobierno.
"Este grupo sesionará en paralelo a la discusión del punto de víctimas en la mesa de conversaciones y a la subcomisión técnica del fin del conflicto", con el objetivo de dinamizar las negociaciones, explicó la fuente.
"Lo que hace este equipo es buscar una fórmula que se lleva a la mesa (de plenipotenciarios), pero no es una negociación" , aclaró.
El tema de justicia es uno de los más sensibles y complejos del proceso de paz iniciado en 2012, pues ambas partes se culpan mutuamente de ser los principales responsables de la violencia armada, que en medio siglo ha dejado 220.000 muertos y seis millones de desplazados, según cifras oficiales.
Además, las FARC acusan al gobierno de intentar llevar a la cárcel a los guerrilleros, pero hacer la vista gorda ante los crímenes cometidos por militares y por paramilitares de derecha, que en ocasiones actuaban al amparo de oficiales de las fuerzas armadas.
Para participar en la búsqueda de fórmulas de justicia, se incorporaron el lunes a la delegación del gobierno en La Habana tres prestigiosos juristas: dos colombianos y un estadounidense.
Los juristas colombianos, José Manuel Cepeda y Juan Carlos Henao, son antiguos presidentes de la Corte Constitucional de ese país; mientras que el estadounidense Doug Cassel, de la Universidad de Notre Dame, es experto en derechos humanos.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) también tienen asesores jurídicos internacionales.
Advertencia de la ONU
En una visita a La Habana el 27 de febrero, el exsecretario general de la ONU Kofi Annan advirtió a ambas delegaciones colombianas que un acuerdo de paz debe contemplar justicia por los crímenes cometidos en el conflicto, de lo contrario puede intervenir la Corte Penal Internacional (CPI).
"La Corte Penal Internacional tiene la norma de que si el gobierno involucrado, en este caso el gobierno colombiano, no soluciona los asuntos de justicia, no establece un tribunal (...), la CPI interviene", declaró Annan, Premio Nobel de la Paz 2001.
El domingo, el jurista español Enrique Santiago, que asesora a las FARC, dijo que los rebeldes exigen "más equilibrio y equidad" y no aceptarán que se les juzgue solo a ellos como resultado de las negociaciones de paz.
"Si los máximos responsables de la guerrilla van a la cárcel, los del Estado también deben ir", porque "la insurgencia no es la más responsable de los crímenes", declaró Santiago a la revista colombiana Semana.
FARC elogia suspensión de bombardeos
Paralelamente a la discusión sobre justicia, los plenipotenciarios de ambas partes continuaron este martes sus debates sobre reparación de las víctimas, en una sesión en la que participaba la canciller colombiana, María Angela Holguín.
Asimismo, está sesionando en La Habana una "subcomisión" técnica para el fin del conflicto, conformada por generales y comandantes guerrilleros.
Con el trabajo en estos tres frentes las partes esperan agilizar el proceso de paz, una exigencia del presidente Juan Manuel Santos.
La guerrilla elogió este martes la decisión de Santos de suspender los bombardeos contra campamentos rebeldes, pero pidió acordar nuevas medidas para seguir desescalando el conflicto armado.
"Las FARC registramos como positiva la decisión presidencial de suspender los bombardeos contra nuestros campamentos", dijo el comandante guerrillero Carlos Antonio Lozada.
Santos ordenó el sábado suspender los ataques a los reductos rebeldes, cinco días después de que entrara en vigor una tregua unilateral por parte de esta guerrilla.
Estos gestos de ambas partes oxigenaron nuevamente el proceso de paz, que parecía estar agónico tras el recrudecimiento de las hostilidades en Colombia desde mediados de abril, con decenas de bajas en los dos bandos. (I)