El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, suspendió este lunes las conversaciones con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), después del ataque a una estación de Policía en Barranquilla este fin de semana, que fue atribuido por dicha guerrilla y que dejó siete policías muertos y decenas de heridos.

La instalación del quinto ciclo de negociaciones estaba previsto para los próximos días en Quito. 

"Mi paciencia y la paciencia del pueblo colombiano tienen su límite, por eso he tomado la decisión de suspender el quinto ciclo de negociaciones con el ELN hasta que no vea coherencia entre sus palabras y sus acciones", afirmó Santos en una declaración pública desde la localidad de La Palma (centro).

Santos mantuvo esta mañana una reunión con el jefe negociador del Gobierno en los diálogos de paz con el ELN, Gustavo Bell, donde analizaron la situación.

En su alocución desde La Palma, el mandatario colombiano recalcó que su gobierno ha sido generoso y ha mostrado voluntad de paz "que no puede ser vulnerada". Añadió que su deber es proteger al pueblo. 

"El comportamiento del ELN me obliga a asumir con esta organización lo que he denominado la doctrina RABIN: Combatir el terrorismo con toda contundencia como si no hubiese negociación de paz, y negociar como si no hubiese terrorismo", subrayó Santos. 

"Ordené a la Fuerza Pública reforzar la contundencia con la que cumplen su oficio de resguardar a los colombianos de cualquier amenaza", agregó el jefe de Estado colombiano y subrayó que el quinto ciclo de negociaciones continuará "cuando el ELN haga compatibles sus acciones con la voluntad de paz del pueblo colombiano y de la comunidad internacional". (I)