Gina Haspel promete no más torturas
La candidata del presidente de EE.UU., Donald Trump, para dirigir la CIA, Gina Haspel, se comprometió este miércoles 9 de mayo a que no reanudará “bajo ninguna circunstancia” el programa de torturas que la agencia puso en marcha tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, en caso de su nombramiento.
De acuerdo con el diario The Washington Post, aunque Haspel evitó posicionarse como un contrapeso al mandatario, indicó que obedecería su “brújula moral”.
Haspel, de 61 años, se enfrentó a una dura audiencia en el Comité de Inteligencia del Senado, donde los demócratas trataron de arrancarle el compromiso de plantar cara a Trump si le pide reanudar el programa de torturas, como prometió el gobernante durante la campaña de las elecciones de 2016.
“No creo que el presidente me pida eso”, justificó Haspel. Aseguró que “su código moral” es fuerte y que, si Trump la pone en esa disyuntiva, no reanudaría el programa de interrogatorios instaurado por el gobierno de George W. Bush y en el que se incluían técnicas de ahogamiento simulado, humillaciones, privación de sueño y golpes.
Las técnicas de tortura de la CIA fueron prohibidas en 2009 por el entonces presidente, Barack Obama, y el Congreso legisló en contra de esos métodos en 2015.
Durante 33 años Haspel trabajó de agente encubierta y solo en las últimas semanas la CIA divulgó el destino de sus misiones, en un esfuerzo de transparencia por lavar la imagen de la agente y cosechar el apoyo de la mayoría de senadores para su confirmación.
Sin embargo, los senadores expresaron su preocupación sobre el papel que Haspel jugó en 2002 cuando supervisó una cárcel secreta de la CIA en Tailandia.
Ahí fueron interrogados dos sujetos acusados de pertenecer a Al Qaeda, Abu Zubaida y Abd al Rahim al Nashiri.
El primero fue sometido 83 veces a la técnica de ahogamiento simulado antes de la llegada de Haspel. Y el segundo sufrió tres veces esa práctica cuando ella llegó, informó el Congreso.
En 2005, por petición de Haspel y sin el visto bueno de la Casa Blanca, su jefe José Rodríguez ordenó la destrucción de las 92 cintas de video que documentaban las torturas.
Haspel se enfrenta a una confirmación difícil. Los republicanos del Senado tienen una estrecha mayoría de 51 escaños frente a 49 demócratas, y algunos republicanos, como Rand Paul, anunciaron que votarán en su contra por su papel en los interrogatorios. (I)