El ataúd de oro con el cuerpo de George Floyd descansará para siempre junto a la tumba de su madre. A ella la llamó en los últimos momentos de su vida, cuando tenía la rodilla de un policía blanco clavada en su cuello, cuando perdía el aire y no podía respirar. “¡Mamá! Ya está”, dijo.

La madre de Floyd murió hace dos años, pero él la usó como una invocación sagrada. “Cuando Floyd llamó a su madre, todas las madres comenzaron a llorar”, dijo en su funeral la reverenda Mary White.

A Floyd, de 46 años, lo asesinaron la noche del lunes 25 de mayo en Minneapolis, Minnesota, cuando fue  arrestado por cuatro policías. Tras ser sacado de su vehículo y esposado, fue forzado a acostarse boca abajo al lado de un patrullero y uno de los policías, Derek Chauvin, lo asfixió al colocar una de sus rodillas en su cuello durante ocho minutos y 46 segundos.

Dos semanas después de la muerte del afroamericano, familiares, amigos, políticos, activistas y celebridades se reunieron para dar su último adiós al hombre convertido en símbolo de la lucha contra el racismo y la brutalidad policial; y cuya muerte sacudió a Estados Unidos con masivas protestas en las calles.

El funeral, que fue retransmitido en directo, se celebró en su ciudad natal, en Houston (Texas), en la Iglesia de La Fuente de Alabanza. Un acto, con la sensibilidad a flor de piel, en el que tomaron la palabra numerosos oradores ante las 500 personas presentes.

La reforma policial
La muerte de Floyd generó múltiples reacciones de personalidades  de todos los ámbitos, incluso abrió el debate sobre una reforma al sistema policial y el desmantelamiento de la Policía de Minneapolis, planteada por el Ayuntamiento de la ciudad.

Para el analista internacional John Müller la propuesta del Concejo de Minneapolis de establecer un modelo de seguridad pública basado en la comunidad “es bastante utópica”. Además, ya cuenta con la oposición del alcalde Jacob Frey.

En diálogo con Primera Pauta, Müller comentó que “el problema es que las autoridades han visto durante años hechos similares como lo ocurrido con Floyd, asesinatos brutales contra los afroamericanos, y no han tomado medidas profundas.

Los demócratas, por su parte, presentaron un proyecto de ley con el que buscan terminar con la brutalidad policial. Plantean crear una base nacional de “antecedentes policiales”, prohibir la táctica de ahorcar a un detenido, acabar con la normativa que impide demandar a los cuerpos policiales. (I)

99% de policías no son acusados judicialmente
En más del 99% de los casos de asesinatos cometidos por agentes activos desde 2013, los policías estadounidenses no son acusados judicialmente, según una investigación de la ONG “Mapeando la Violencia Policial”.

Una razón es que los fiscales frecuentemente ceden al criterio de los policías sobre cuándo es correcto usar fuerza mortal. A esto se suma que los jurados usualmente se rehúsan a condenarlos, señala la ONG.

En este contexto el fiscal estatal de Minnesota, Keith Ellison, no tiene muchas expectativas sobre las condenas que se impongan por el asesinato de George Floyd.

“Juzgar este caso no será algo fácil”, dijo Ellison. “Tenemos confianza en lo que hacemos, pero la historia muestra que hay claros retos aquí”. (I)