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Ecuador, 23 de Diciembre de 2024
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México perdió 700 empleos con la cancelación de la planta de ford en San Luis

General Motors, Toyota y Honda no mudarán su producción

Mary Barra, ejecutiva de la compañía General Motors.
Mary Barra, ejecutiva de la compañía General Motors.
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“Ford dijo la semana pasada que se expandirá en Michigan y Estados Unidos en lugar de construir una planta de un billón de dólares en México. ¡Gracias Ford y Fiat C!”, celebró Donald Trump desde su cuenta en Twitter.

Cuando era candidato a la presidencia de Estados Unidos, el magnate enfocó parte de su campaña en la repatriación de capitales invertidos en el exterior. Ahora, a punto de asumir el poder, ajusta tuercas con presiones y amenazas a las mayores empresas automotrices.

Ford fue la primera en responder: canceló la construcción de una planta en San Luis Potosí como “voto de confianza” al Gobierno estadounidense, indicó el director ejecutivo de la empresa, Mark Fields.

En esa sola decisión, México perdió 700 empleos y otros negocios vinculados ya que modelos como Fusion, MKZ y Fiesta, que se ensamblan en el país, utilizan cerca del 50% de partes y componentes de fabricación nacional. El gobierno provincial y la secretaría de Economía dicen que harán a Ford reintegrar los fondos públicos erogados en el proyecto de San Luis Potosí, aunque no revelaron montos.

Por ahora parecen no surtir efecto las amenazas directas a otro gigante. “General Motors está enviando su modelo Chevy Cruze fabricado en México a los concesionarios de Estados Unidos libre de impuestos en la frontera. ¡Háganlo en Estados Unidos o pague un gran impuesto fronterizo!”, publicó Trump en Twitter el 3 de enero. La presidenta ejecutiva de la compañía, Mary Barra (foto), replicó que no planea mudar la producción de ese carro.

“El nuestro es un negocio de plazos muy largos con inversiones significativas donde las decisiones se toman con dos, tres y hasta cuatro años de antelación”, dijo Barra durante el Auto Show de Detroit. La empresaria, integrante de la comisión asesora de Trump en economía, agregó que el modelo en cuestión está principalmente dirigido a mercados internacionales y solo una parte de la producción llega a Estados Unidos, además que de las 226.602 unidades de Cruz producidas en 2016 solo 4.500 se ensamblaron en México -el modelo hatckback- mientras el resto se hizo en Lordstown, Ohio.

También Toyota y Honda dijeron que se quedan en México. Al menos por ahora, porque admiten que el panorama puede cambiar cuando Trump asuma la presidencia de Estados Unidos, el 20 de este mes. (I)

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