La paz tiene fecha: 23 de Junio de 2016. Luego de más de 50 años de enfrentamientos entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Estado colombiano, se espera la comunicación oficial del acuerdo que marcará el cese bilateral del fuego, acuerdo que se ha ido construyendo a lo largo de más de tres sinuosos años.

La Habana será la ciudad desde donde se haga el anuncio, ya que Cuba ha sido el país sede de las negociaciones llevadas adelante entre ambas partes, siendo además el gobierno garante del proceso junto con Noruega. Es por ello que el presidente Raúl Castro y el canciller Borge Brende estarán presentes, además de la presidenta de Chile, Michelle Bachelet y el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, debido a su carácter de países acompañantes del proceso. A su vez, estará como invitado especial el secretario de las Naciones Unidas, Ban Ki Moon y el presidente pro tempore de la Celac, Danilo Medina (República Dominicana). Por último harán grata presencia el presidente de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén y enviados especiales para el proceso de paz de Estados Unidos y la Unión Europea.

La agenda acordada en noviembre de 2012 constaba de seis puntos: 1) Política de desarrollo agrario integral; 2) Participación política; 3) Fin del conflicto; 4) Solución al problema de las drogas ilícitas; 5) Víctimas; 6) Implementación, verificación y refrendación. Sin embargo para el 23 de marzo de este año, fecha clave en la que se firmaría el acuerdo final, aún no había consenso en torno a la dejación de las armas y las zonas de ubicación de la guerrilla una vez abandonada definitivamente la lucha armada.

El anuncio por parte del presidente Juan Manuel Santos y del líder guerrillero Rodrigo Londoño Echeverry, alias Timochenko, sobre el éxito alcanzado respecto al Acuerdo para el Cese al Fuego y de Hostilidades Bilateral y Definitivo; la Dejación de las armas y las garantías de seguridad y la lucha contra las organizaciones criminales dan un halo de esperanza para la tan ansiada paz.

El anuncio del inminente cese bilateral al fuego es, sin lugar a duda, un triunfo para la izquierda política, tanto para aquella facción que se prepara para consolidarse en un Frente Amplio en el que eventualmente se integrarán los desmovilizados, como para políticos de tendencia progresista que desde el primer momento han acompañado el proceso, entre otros, Iván Cepeda, Alirio Uribe y Piedad Córdoba. Los próximos días serán decisivos para articular liderazgos, también en la definición y posicionamiento que va a adquirir la izquierda política en los meses venideros de cara al inicio de posconflicto, donde esta fuerza política tiene que ser un eje angular.

Aunque el paso dado hoy es trascendental para apuntar al fin del conflicto armado en Colombia, hay que recordar la premisa que guía el proceso, aquella que señala que “nada está acordado, hasta que todo esté acordado”, por ello, no hay que dejar de tener en cuenta los puntos que quedan por finiquitar y que son tan relevantes que van a definir cuestiones como la reintegración social de los combatientes desmovilizados, aspectos de la participación política como las “curules por decreto” para las FARC, el Tribunal Especial para la Paz y, quizá el más polémico y a su vez importante punto de todos, la aprobación por parte de la Corte Constitucional del plebiscito como mecanismo de refrendación, además de que las FARC acepten este mecanismo para que sean los mismos ciudadanos quienes aprueben el Acuerdo Final de La Habana. Esto sin contar cuestiones de carácter técnico como la verificación internacional, el cronograma y el presupuesto de implementación.

Aún queda mucho trecho para la legalización por parte del pueblo colombiano respecto a lo pactado y la reincorporación de la guerrilla a la vida política y civil. Se seguirá escribiendo la historia, pero esta vez con la paz como ganadora. (O)