Los dirigentes de los países del G20 se reunirán mañana y el viernes en la ciudad rusa de San Petersburgo, en una cumbre en la que la crisis siria puede llegar a eclipsar los asuntos financieros.

En la agenda oficial de este encuentro de los principales países desarrollados y emergentes del planeta, figura la situación económica mundial y cómo enfrentar la crisis financiera que les afecta, pues sus divisas nacionales se desvalorizan y su crecimiento se estanca. Pero la tensión en torno a Siria se impondrá en las discusiones, según reconocieron varios de los participantes.

El Ministerio de Relaciones Exteriores Ruso, cuyo país preside este año el G20, dijo el lunes: “El G20 fue creado para resolver problemas económicos y financieros” y Siria “no figura en la agenda de la cumbre de San Petersburgo”. Sin embargo, el canciller ruso, Serguei Lavrov, reconoció que cualquier participante puede poner el tema en la mesa si lo desea y están listos para tratarlo.

El sábado, el mandatario ruso Vladimir Putin estimó que el G20 es “un buen terreno” para discutir el problema, aunque no quiera “reemplazar al Consejo de Seguridad” de la ONU. “¿Por qué no aprovechar?”, dijo el presidente ruso.

Putin, el anfitrión de esta cumbre, respalda al régimen sirio de Bashar al Assad y desde hace dos años bloquea, junto con China, toda resolución en la ONU contra Siria. Pekín se declaró “preocupado” por la eventualidad de una intervención militar unilateral en Siria. (AFP)