Funcionarios públicos en huelga contra reforma de pensiones
Cientos de miles de trabajadores del sector público secundaron ayer una huelga nacional en el Reino Unido y paralizaron numerosas escuelas para protestar contra los planes del régimen de David Cameron de reformar el sistema de pensiones.
Hasta 600.000 personas fueron llamadas a dejar de trabajar durante 24 horas por cuatro sindicatos -tres del sector de la enseñanza y uno de funcionarios- en el primer parón que enfrenta el primer ministro desde que asumió las riendas del país, en mayo de 2010, y que podría ser el más importante desde 2006.
Un tercio de los colegios e institutos permanecieron cerrados en Inglaterra y otro tercio estaba parcialmente abierto, mientras que el resto funcionaba normalmente, según datos del Gobierno, que en el caso de los funcionarios del Estado cifraba la participación en un 25%.
Además de las escuelas, algunos tribunales, oficinas tributarias y de empleo, incluso museos, resultaron afectados por la huelga en contra de la reforma propuesta del sistema de pensiones que, según los sindicatos, los obligará a cotizar más, trabajar más tiempo y recibir menos una vez jubilados. Los trastornos previstos en las llegadas a los aeropuertos, puertos y estaciones ferroviarias internacionales debido a la adhesión de los agentes de aduanas e inmigración al movimiento, no se materializaron. "Esta es la huelga con más respaldo que hemos tenido jamás", declaró el secretario general del Sindicato de Servicios Públicos y Comerciales (PCS), quien consideró que estaban enviando “un mensaje claro al Gobierno de que no tolerarán estos ataques a sus derechos, a unas pensiones duramente ganadas y lucharán contra los recortes”. Los huelguistas formaron piquetes desde primera hora frente a numerosos edificios públicos y miles de personas se habían congregado al mediodía en el centro de Londres para una gran manifestación con banderas en las que podían leerse: “Detengan el robo de las pensiones”.