Organizaciones de activistas sirios denunciaron este viernes que las fuerzas del régimen de Bachar al Asad han ejecutado al menos a 14 personas en las últimas horas en el barrio de Baba Amro, en Homs, tras recuperar ayer el control de ese bastión rebelde.

Según la red de activistas sobre el terreno Comités de Coordinación Local, a los 14 ejecutados sumariamente en Baba Amro, hay que sumar otras 13 víctimas hoy en la ciudad de Rastan, provincia de Homs, cuatro en la provincia septentrional de Idleb y otra en Alepo, también en el norte del país.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos y la Red Siria de Derechos Humanos informaron en sendos comunicados de que el Ejército sirio llevó a cabo las ejecuciones cerca del Instituto de Consumo en Baba Amro, que sufrió bombardeos durante cuatro semanas y finalmente fue objeto de una ofensiva terrestre en los últimos días.

La incursión militar obligó a los rebeldes del Ejército Libre Sirio a una "retirada táctica", como informó ayer a Efe su cúpula.

Un convoy del Comité Internacional de la Cruz Roja y otras agencias humanitarias se halla ahora mismo a las puertas de Baba Amro, donde tiene previsto entrar hoy para evacuar heridos y hacer llegar ayuda médica y alimentos de urgencia.

Mientras, los bombardeos se han trasladado en las últimas horas a la ciudad de Rastan, otro de los principales bastiones opositores, que está sufriendo hoy una lluvia de obuses de mortero.

También está siendo bombardeado el barrio de Deir Baalba, en la ciudad de Homs, por los morteros y los tanques del régimen de Damasco, según los Comités.

El cirujano Jacques Bérès, expresidente y cofundador de Médicos Sin Fronteras (MSF), calificó la situación en la ciudad siria de Homs de "catastrófica", tras pasar seis semanas de forma clandestina en una localidad cercana al barrio de Bab Amro.

Durante una conferencia de prensa en París, el también cofundador de Médicos del Mundo, se mostró "convencido" de que la cantidad real de muertos desde el inicio del conflicto supera "al menos" en 2.000 personas la cifra oficial, ya que, según explicó, las estadísticas no contemplan los desaparecidos ni los cuerpos no identificados.

Asimismo, subrayó que el porcentaje de pérdidas humanas del Ejército Libre Sirio (ELS), formado mayoritariamente por desertores de las tropas del presidente Bachar Al Assad, es "inaceptable" para cualquier cuerpo armado.

La ONU anunció el pasado martes que la cifra de víctimas de la represión en Siria desde que comenzaron las protestas contra Al Asad hace más de once meses supera con creces los 7.500 muertos, aunque reconoció que en estos momentos no puede ofrecer un número exacto de fallecidos.