Gran Bretaña y Francia pidieron ayuda urgente a la Unión Europea (UE) para resolver las causas subyacentes de la crisis migratoria en Calais, en el noroeste francés, incluida la pobreza, los conflictos de violencia y la inestabilidad política en países del norte de Africa y Oriente Medio.

En un artículo editorial del dominical inglés The Sunday Telegraph, la ministra del Interior británica, Theresa May, y su colega francés, Bernard Cazeneuve, afirmaron que la situación “es una crisis migratoria global".

Miles de migrantes en Calais tratan cada noche de ingresar al Eurotúnel- que atraviesa el Canal de la Mancha- encaramados en trenes o colándose en camiones, para arribar al Reino Unido, donde buscan mejores oportunidades de vida.

Esos intentos llevaron a la muerte de más de una veintena de migrantes, como también provocaron severas interrupciones en los servicios de transporte del túnel, justamente en pleno período de vacaciones estivales.

Este jueves, un inmigrante sudanés murió cuando intentaba ingresar al Eurotúnel, tras haber sido aplastado por un camión. El joven fue el noveno inmigrante fallecido desde junio pasado al tratar de cruzar a Inglaterra.

“Esta situación no puede ser considerada como una crisis para nuestros dos países”, indicaron May y Cazeneuve en el artículo publicado este domingo. “Esta es una prioridad tanto a nivel europeo, como internacional”, agregaron.

De acuerdo a los ministros de Interior de Gran Bretaña y Francia, muchos de los migrantes que se encuentran en Calais y que tratan de arribar a Inglaterra a través del Canal de la Mancha “llevaron a Europa desde Italia, Grecia y otros países”.

“Es por ello que estamos instando a otras naciones miembro, y a toda la UE en su conjunto, a resolver este problema de raíz”, destacaron

Ambos ministros indicaron que una solución a largo plazo para resolver el problema es persuadir a los migrantes que en Europa “las calles no son de oro”.

Este viernes, el primer ministro británico, David Cameron, y su colega francés, Francois Hollande, acordaron reforzar las medidas de seguridad en el puerto de Calais, incluyendo la instalación de un mayor número de cámaras de seguridad de circuito cerrado (CCTV), de detectores infrarrojos, iluminación con focos, más policías para patrullar el perímetro del puerto, el despliegue de perros olfateadores y la construcción de una vaya alambrada para impedir el cruce de inmigrantes.

Debido a la gravedad de la crisis, más de 600 agentes antidisturbios franceses fueron desplegados a Calais, para ayudar en los operativos de seguridad.

Desde Londres, un portavoz de Cameron en la residencia oficial de Downing Street, indicó que el gobierno británico “quiere ver más seguridad y acciones duras en la frontera”.

Como parte de las iniciativas, las autoridades del Reino Unido financiarán el pago de guardias de seguridad privados para aumentar el número de inspectores de frontera, actualmente que llega a 200. También pagará para la construcción de “barreras de metal” que impidan el ingreso de “personas indocumentadas”.

“Además de eso, el gobierno británico ayudará a aquellas personas afectadas por las interrupciones en el servicio de transporte del Eurotúnel, incluyendo la creación de parques de estacionamiento adicionales en Kent (sureste de Inglaterra) para reducir el impacto de la congestión vehicular a los vecinos y comercios de ese condado”, indicó el vocero de Cameron.

Miles de camiones con acoplados se encuentran varados en la autopista M20 de Kent como parte del Operativo Stack, implementado hace algunas semanas por el gobierno para agilizar el cruce por el Canal.

Desde junio pasado, la Alcaldía de Kent recibió 629 solicitudes de refugio y asilo para menores de edad que lograron cruzar el Eurotúnel, de 220 en marzo de 2014. Las autoridades de ese condado inglés indicaron que necesitarán al menos 8,6 millones de dólares adicionales para hacer frente a la creciente crisis migratoria.

En tanto, el ministro de Inmigración británico, James Brokenshire, dijo que el gobierno estudia poner fin a ayudas para solicitantes de asilo o refugio cuyos casos fueran denegados, con el fin de desincentivar la “inmigración ilegal”.

Brokenshire confirmó que la medida, en caso de ser implementada, afectará a unos 10.000 inmigrantes que buscan establecerse en el Reino Unido con sus familias.

Bajo la actual ley inmigratoria, desde el momento que las personas solicitan un pedido de refugio o asilo en el país reciben ayuda de vivienda y un subsidio de 57 dólares semanales.

El Ministro de Inmigración dijo que esas ayudas serán suspendidas en los casos en que los casos de asilo sean denegados por falta de evidencia. “El objetivo de esta medida es apoyar a aquellos que genuinamente merecen ayuda, de aquellos que quieren explotar el sistema inmigratorio de Gran Bretaña. Nuestro país no será un destino fácil para ellos”, amenazó.

Por su parte, el ministro de Inmigración en la oposición, el laborista David Hanson, sostuvo que el gobierno debería poner más presión diplomática a Francia para que tramite los casos de migrantes en Calais, determinando si ellos tienen justificación para pedir refugio o asilo o “simplemente buscan mejores oportunidades económicas”.

“Si esas personas estuvieran en Dover. ¿Creen que las autoridades británicas permitirían la inmigración ilegal o que haya personas que no presenten su pedido de asilo o refugio en Dover? Por supuesto que no”, aclaró.

Mientras, la jefa interina del Partido Laborista, Harriet Harman, le escribió a Cameron para que el gobierno francés pague una compensación a las familias británicas afectadas por la crisis migratoria en Calais. “Las familias y las empresas no deberían tener que hacer frente a los costos por fallas en la seguridad fronteriza”, señaló la parlamentaria opositora. (I)