Francia va a las urnas con Hollande y Sarkozy a la cabeza de sondeos
Cerca de 45 millones de franceses están convocados mañana a las urnas, para pronunciarse entre diez candidatos presidenciales, al cabo de una campaña realizada con el telón de fondo de la crisis económica y de las dudas y debates sobre el futuro de la Eurozona.
El socialista François Hollande seguía siendo ayer, al cierre de la campaña, el gran favorito, por delante del mandatario saliente, el conservador Nicolas Sarkozy, con quien podría dirimir la segunda vuelta el 6 de mayo, según los sondeos. Las encuestas auguran un duelo final entre Hollande y Sarkozy, con una clara ventaja para el socialista.
Cuatro de los cinco sondeos publicados en las últimas 24 horas sitúan a Hollande en la cabeza de la primera vuelta (hasta con un 30%), y el quinto con el mismo porcentaje de intenciones de voto que Sarkozy (27%). Pero todos prevén la victoria del socialista en la segunda vuelta del 6 de mayo, con hasta 57% de los votos. El último presidente socialista de Francia fue François Mitterrand (1981-1995).
En la primera vuelta, la candidata de la extrema derecha Marine Le Pen obtendría entre 14% y 17%, el de la izquierda radical Jean-Luc Mélenchon entre 12% y 15% y el centrista François Bayrou alrededor de 10%.
Tras el cierre de campaña que se realizó ayer, los candidatos deben evitar declaraciones públicas y se prohíbe la divulgación de sondeos.
Hollande, que realizó ayer sus últimos actos de campaña en la región Champaña-Árdenas, reiteró su voluntad de “reunir” e instó a la movilización, dirigiéndose a los electores en cólera tentados por el voto por la ultraderecha o por la abstención tras haber confiado en Sarkozy.
Entre las propuestas económicas de Hollande se encuentran reducir el déficit público con vistas a recuperar el equilibrio en Francia a fines de 2017, aumentar el impuesto a las grandes fortunas y crear 60.000 puestos de trabajo en la educación nacional en cinco años.
En lo social respalda el derecho al matrimonio y a la adopción para las parejas homosexuales, la restauración parcial de la jubilación a los 60 años y la disminución de la inmigración (sin objetivo en cifras).
Sarkozy, en cambio, apunta al aumento del IVA (de 19,6% a 21,2%) para financiar la disminución de las cargas empresariales a fin de favorecer la competitividad y lograr un equilibrio de las cuentas públicas en 2016. En el plano social, el presidente respalda la disminución a la mitad del número de inmigrantes legales (a 100.000 por año) y el endurecimiento de las condiciones para la agrupación familiar de los inmigrados.
Sarkozy, quien tenía previsto participar ayer en el último mitin en Niza (sur), declaró su confianza y determinación y afirmó que su contrincante Hollande, en caso de ganar, será rehén de los candidatos de la izquierda radical y ecologista, pues contará con el apoyo de ellos para la segunda vuelta.
Marine Le Pen optó por dirigir sus cargas contra Sarkozy, afirmando que votar por el actual jefe de Estado equivale a votar por alguien que ya se ha ido. La candidata del Frente Nacional agregó que él lo sabe y que es su pánico el que motiva sus promesas de último minuto.
En paralelo a los temas políticos, una polémica sobre la difusión de los resultados de las elecciones acaparó los debates en esta recta final de la campaña. En Francia está prohibido publicar resultados antes del cierre de las mesas electorales, pero en las grandes ciudades se votará hasta las 20:00 y en el resto del país hasta las 18:00, lo que permite obtener estimaciones de resultados reales hacia las 18:30.
Pero la democratización de Internet y la popularidad de las redes sociales permiten al mundo conectarse a páginas de medios extranjeros, que publicarán resultados antes de que se termine de votar.
Las autoridades francesas advirtieron que supervisarán Internet y que habrá procedimientos judiciales contra quienes difundan resultados antes de lo que estipula la ley. Los políticos están divididos al respecto. Nicolas afirmó que no le escandalizaría que se publicaran antes de hora los primeros resultados”.
Hollande, en cambio, abogó por el respeto de la ley, pese a que ésta parece hoy sobrepasada por la evolución de la sociedad. En la prensa, sólo el diario Libération indicó que se reserva el derecho de publicar en su sitio Internet las estimaciones a las 18:30, si la distancia es clara y las fuentes fiables.