El gobierno vigila a 5.000 personas por vínculos con el islam
Francia destina 30.000 agentes a la vigilancia de actividades de yihadistas
Cada vez que un acto terrorista golpea una democracia, la pregunta obligada es ¿qué sabían los servicios de inteligencia sobre sus autores que hubiera permitido evitarlo? El episodio que acaba de vivir Francia, el miércoles 7 de enero pasado y que costó la vida de 20 personas (incluidos los 3 islamitas), no es la excepción.
Los servicios de inteligencia franceses sabían, por ejemplo, que Charlie Hebdo y sus principales editores eran un blanco designado de Al-Qaeda. También sabían que los hermanos Kouachi, así como Amedy Coulibaly, estaban implicados desde hace tiempo en actividades yihadistas, razón por la cual el menor de ellos, Cherif, fue a la cárcel en 2008.
El ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, dio explicaciones.
Según el ministro, el 85% de las actividades de los servicios de seguridad se concentran en el monitoreo del yihadismo. Vigilar a un individuo todo el día no solo es ilegal, sino que requiere movilizar a 20 personas. En Francia, los servicios de inteligencia controlan a unos 5.000 sospechosos de mantener actividades islamitas. Es decir, 30.000 agentes de seguridad son destinados exclusivamente a esa actividad, con un costo financiero exorbitante, publicó La Nación.
“Su situación judicial era transparente y no existían elementos que permitieran pensar en la inminencia de un atentado”, explicó Cazeneuve refiriéndose a los hermanos.
En cuanto a saber por qué la redacción de Charlie Hebdo no estaba mejor protegida, “la respuesta a ese interrogante es tan difícil como resolver la cuadratura del círculo”, señala el politólogo Roland Cayrol. “Más control significa, inevitablemente, menos democracia”, afirmó.