Francia bloqueada en el quinto día de huelga
Cientos de kilómetros de atascos y una pesadilla con el transporte público en París marcaron este lunes 9 de diciembre de 2019 el quinto día de la huelga en Francia contra la reforma de las pensiones impulsada por el presidente Emmanuel Macron, que enfrenta una prueba de fuego para su proyecto.
Las escenas se repetían en toda la región parisina: pocos metros y trenes suburbanos repletos y estaciones colapsadas. Nueve de las 15 líneas del metro de la capital francesa estaban cerradas y sólo dos, automatizadas, funcionaban normalmente.
No se espera ninguna mejora para el martes, día en el que los sindicatos convocaron nuevas huelgas y manifestaciones, tras el éxito de la primera jornada de movilizaciones que el jueves pasado sacó a 800.000 personas a las calles.
La compañía nacional de ferrocarriles SNCF indicó de su lado que funcionarán "entre 15 y 20%" de su tráfico habitual, con un servicio internacional "muy perturbado", al igual que el lunes. Air France anuló para el martes alrededor del 25% de sus vuelos domésticos y 10% de los vuelos de media distancia.
Ante la falta de transportes públicos, y con una mañana de fuertes lluvias, muchos no tuvieron otra opción que tomar sus vehículos, lo que creó más de 600 kilómetros de atascos en la región parisina hacia las 08H30 locales, tres veces más de lo normal. Asimismo, siete de los 25 depósitos de autobuses parisinos amanecieron bloqueados por huelguistas, por lo que apenas un tercio de los buses que circulan en tiempo normal en París pudieron salir a las calles.
Por su parte, los sindicatos ya están "reflexionando" en convocar una nueva jornada de movilización el jueves. (I)
Macron se juega mucho
Bajo presión máxima, el ejecutivo tiene previsto presentar el miércoles su reforma, de la que por el momento solo se conocen las grandes líneas. Antes de eso, el máximo responsable gubernamental de las jubilaciones, Jean-Paul Delevoye, quien redactó la reforma, se reunió con los sindicatos el lunes por la tarde para tratar de salir del estancamiento.
Pero los sindicatos están determinados a mantener el pulso. "No cederemos hasta que retiren" la reforma, en la que "no hay nada bueno", prometió Philippe Martinez, el secretario general de la CGT, una de las principales centrales del país.